Muchas veces, en cuanto el hombre se echa para atrás, las mujeres intentan ir tras él sin dudarlo. Las relaciones no siempre son lo que parecen, muchas veces es la mujer la que da su brazo a torcer primero. Normalmente, los hombres maduros no dejarían que siquiera les siguieras llamando tras disolver una relación, porque si significaste algo para ellos se comportarían como unos perfectos caballeros y no buscarían ilusionarte de ninguna manera.
¿Y qué pasa cuando no estamos con un “perfecto caballero”?
Al ver la posibilidad de que nos deje, cometemos errores que, más allá de ayudarnos a recuperarlo, nos terminan alejando más. Pero siendo bien sinceras, no tendrías ni por qué recuperarlo. Te decimos por qué.
Porque la decisión ya fue tomada.
Por muy feo o triste que parezca si estás intentando recuperarlo porque ya te cortó o te ha contado que ya no quiere seguir con la relación, existen cosas en tu relación que no están funcionando. Si ya lo hablaron y no le han encontrado solución, hay que aceptar que a veces hay que terminar por lo sano. Ni es bueno para ti, ni es bueno para él. Aparte si lo estás intentando recuperar es porque lo quieres. Si lo quieres dale espacio. No es una decisión tan fácil de tomar, una vez que cortas a tu pareja créeme que ha pasado ya varios días meditándolo. A veces, la distancia aclara los problemas y las cosas que parecían ser como monstruos en una relación se simplifican y pueden recuperarse después de un tiempo.
Hablarle, llorarle, husmear en sus redes sociales o hasta acosarlo… no es la opción, te ves muy mal.
Si él ya dijo basta y tú estas duro y dale intentando recuperar la relación… lo problemas siguen sin resolverse. Pegándote a él como si no hubiera un mañana, lo único que vas a conseguir es fastidiarlo y reafirmar que lo que hizo estuvo bien. Es natural, a ningún hombre le gusta la mujer loca que lo persigue por todos lados. En cambio si tú te quedas quietecita, sufriendo y llorando por supuesto, pero sin perturbar aun más las cosas vas a dejar que el agua se calme y tal vez, después de que los dos reflexionen al respecto, puedan volver a hablar. Tal vez sí o tal vez no, todo dependerá de qué tan mal estaba tu relación.
Si tu relación ya estaba muriendo, ¡no te engañes!
Cuando una relación está muriendo, ambas partes saben que algo va mal. Pueden pasar meses y hasta años, en los cuales no nos sentimos a gusto con la otra persona. Los mismos problemas sin resolver vuelven y vuelven sin tener un final feliz. Comienzan las mentiras o, simplemente, el sentimiento incómodo de estar con él por costumbre. Pero, en el momento en el que todo estalla, sólo podemos recordar lo bueno… aunque usted no lo crea esta es una respuesta instintiva en nuestro cerebro. No confundas los buenos recuerdos con una relación, esos tiempos donde andaban enamorados han pasado. Mejor intenta recordar el problema por el cual están en donde están. No te engañes, las relaciones no mueren de un día para otro y menos por un problema pequeño.
No vale la pena.
A veces la persona por la que lloramos no vale la pena. Si te ha hecho daño psicológicamente o, peor aún, físicamente y te ha cortado, suena feo pero te está haciendo un favor. Si tu relación ya era tóxica y tú sigues ahí insistiendo, realmente es porque no te valoras lo suficiente, ¡no le ruegues! Vales más que esa mujer tratando de aferrarse a un salvavidas, no necesitas de un hombre ni de nadie para ser un ser humano feliz. Sólo necesitas mejorar tu autoestima.Cualquier persona que te haga sufrir o hacer sentir menos no vale la pena.
Demasiado drama puede afectar tu vida laboral.
Es normal que en estos momentos de inestabilidad nuestra vida laboral se vea afectada, pero debes mantener la compostura y seguir con tus actividades diarias. Por supuesto que te verás deprimida, pero no hay razón por la cual querer mandar al demonio todo por lo que has trabajado. Ten cuidado con estas situaciones, pase lo que pase tú vas a seguir adelante.
¿Y si no era el indicado?
Cuando nos aferramos a una causa perdida, nadie nos va a hacer cambiar de parecer. Ese hombre era el indicado y nadie va a poder recuperar su lugar. En esos momentos de vulnerabilidad es normal que no queramos aceptarlo, por lo que no puedo decirte si era o no. Al final cada una de nosotras sabe qué vivió con su pareja. Pero lo que sí te puedo decir, es que cuando va pasando el tiempo la vida suele ser sabia y te quita a las personas que ya no tienen ningún propósito en tu camino. Nadie es más indicado que tú misma para darte el amor que mereces, con el tiempo lograrás verlo con más claridad.
NO TE HUMILLES… Suena a cliché pero, ¡no te merece!
Es momento de aceptar que nadie es digno de que le estemos rogando. Como ya dije, si crees que insistiéndole vas a lograr recuperarlo estás en un gran error. Es cuestión de respeto hacia ti misma. Suena egoísta, pero primero debes estar tú y tu amor propio. Una persona que deja que le estés rogando y le da vueltas al asunto aprovechándose de tu vulnerabilidad definitivamente no te quiere. Las relaciones están basadas en confianza, respeto y amor. Si esta persona no da señales de arrepentimiento o no te frena cuando estás haciendo esto, no insistas porque no te merece. Es mejor pasar un tiempo a solas sufriendo que seguir en el círculo vicioso en el que esta situación se va a repetir más de una vez.