La eterna guerra de los sexos se ha incrementado en estos últimos años. Y aunque la sociedad está girando a favor de una igualdad entre ambos géneros, debemos aceptar que hay cosas de los hombres que nos encantaría hacer. Estas son algunas cosas que les envidiamos, ¿a poco no?
Hacer pipí de pie
Algunas mujeres lo han logrado, sin embargo la mayoría sabe lo tedioso que es hacerlo en la carretera detrás de un árbol. Es naturaleza humana. Nunca podremos hacer lo que ellos en este aspecto. Al menos no sin salpicarnos un poco.
No se critican entre sí ni se preocupan por el físico
Al contrario de nosotras, los hombres no se dicen: “que gordo estoy”. El físico para ellos es algo que simplemente está. Hay hombres que se cuidan muchísimo y otros que no han pisado un gym en toda su vida. Sea cual sea el caso, ellos no se critican unos a otros ni por la ropa, ni por el físico y mucho menos por los zapatos que llevan puestos.
Se arreglan super rápido
Nada que ver con nuestras constantes y cambiantes rutinas de belleza. Esta es otra cosa que envidiamos de los hombres. Para ellos, lavar su rostro, peinarse y ponerse ropa limpia es todo. Si acaso, algunos usan alguna crema y loción para lucir más guapos. Ellos no tienen que complicarse con el rímel, ni las medias, los zapatos, el peinado… Ser mujer no solo es tardado, es pasar 40 minutos de indecisión sobre cómo arreglarte.
Comen y comen y no engordan
El metabolismo de los hombres es mucho más rápido que el de nosotras. Finalmente sus cuerpos no están programados para guardar grasa extra en caso de un embarazo. Los hombres pueden comer prácticamente cualquier cosa sin preocuparse demasiado por su peso.
No sufren SPM
Envidiamos de los hombres que no tienen menstruación, ni cólicos, ni ningún otro malestar de esos horribles que sufrimos nosotras.
No les cuestionan la soltería ni reciben comentarios sobre cuántas chicas han conquistado
Si el hombre se ha acostado con 20 mujeres es normal… En cambio, si una mujer ha tenido más de 10 amantes es una cualquiera. Es triste, pero aún no nos deshacemos de esos prejuicios.
Hay pocas cosas que su familia puede reprocharles
Nada de comentarios como: “Ya se te está pasando el tren” o “¿cuándo te vas a casar? Los hombres tienen pocas cosas que soportar de sus familias. No tienen que sufrir con su soltería, ni recibir mensajes pasivo-agresivos de sus tías, que, por cierto, están solteras…
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