Ser mamá no es nada fácil, pues en muchos momentos vivirás situaciones fuera de lo ordinario que te harán dudar. Incluso, saber que de ti depende un ser indefenso puede llegar a representar una gran preocupación. Sin embargo, con el paso del tiempo, te darás cuenta de que a pesar de ser un trabajo duro, es el más satisfactorio de todos.
Disfruta ser mamá
Seguramente en muchos momentos has escuchado que la maternidad es el trabajo más complicado de todos. No te voy a mentir, sí es muy difícil y habrá momentos en que quieras tirar la toalla. No todo es color de rosa ni maravilloso como lo pintan en las películas. En algunas ocasiones desearás salir corriendo o incluso puede que te preguntes si estás apta para ser mamá. Sólo puedo decirte que el instinto maternal te irá guiando. Nunca dudes de ti y de tu labor maternal. Verás que con el tiempo tu sacrificio tiene remuneración.
1. El descanso es cosa del pasado
Con la llegada de los hijos, debes saber que tu descanso ha dejado de existir. Al menos así será hasta que tengan unos 15 o 18 años. Desde el día de la llegada de tu bebé, todo cambia a tu alrededor mientras él y tú se adaptan a esta nueva vida. Después, las noches de insomnio pueden estar relacionadas con enfermedad o los miedos nocturnos.
2. No existe la remuneración económica
Ninguna mamá en ningún lugar del mundo recibe la remuneración económica que debería por esta labor. Muchos dirán que es fácil, o que por ser mamás tenemos que hacerlo siempre bien. Lo que no saben es todo lo que implica. Muchas veces dejarás de hacer algunas cosas por enfocarte en otras.
3. La hora del baño ha dejado de ser íntima
Si aún estás embarazada, disfruta cada minuto que pases en el baño porque una vez que tengas a tu retoño no podrás hacerlo más. En cuanto tu pequeño comience a caminar, querrá ir contigo a todas partes y el baño no será la excepción. Así que asegúrate de tomar las medidas necesarias para los momentos en que estás en el baño. Incluso a la hora de bañarte será así.
4. Tener resentimiento por la libertad que tienen los demás
Habrá momentos en los que sientas celos hacia los demás porque ves que ellos pueden hacer muchas actividades y tú no. En algunos momentos desearás salir a pasear pero sabes que no siempre se puede porque tienes que estar al pendiente de tus hijos. Mientras sean pequeños así será y no te queda más que resignarte a tu realidad.
5. Habilidades negociadoras
En caso de que tengas más de un hijo, necesitarás tener habilidades negociadora y reconciliadoras. Sabes que lo mejor es que tus hijos tengan una relación cordial, pues compartirán muchas vivencias. Además, no es nada grato verlos pelear, aunque es algo normal entre hermanos. Debes saber hasta dónde está bien.
6. Saber que al llegar, el amor más sincero te recibirá siempre
A pesar de todas las adversidades que haya, o de los momentos de poco descanso, sabes que ser mamá es una de las mejores cosas que te pasaron. Tienes la satisfacción de saber que al llegar a casa recibirás un abrazo y beso con amor realmente verdadero. Eso es lo que te motiva a ser mejor cada día por ti y tus hijos.
¡Disfruta cada momento con tus hijos, a pesar de ser pesado, vale la pena!
