#MargielaMonday fue el hashtag para uno de los eventos más esperados en este 2015 en la alta Moda, el regreso de John Galliano, ahora al frente de Masion Margiela. Luego de que la casa Dior lo despidiera en 2011, tras 15 años de relación, por proferir insultos anti-semitas en estado de embriaguez, uno de los episodios más escandalosos y mediáticos en la moda ese año, el futuro del diseñador era incierto.
Tras un proceso de desintoxicación, y recibir el British Fashion Award de la mano de Anna Wintour, en octubre de 2014 fue convocado por Maison Martin Magiela. Una elección extraña considerando que esta es un laboratorio, sin cabezas visibles, de cuyo creador apenas se conocen fotos. Se caracteriza por el trabajo en equipo, el que considera que habla por medio de sus prendas y con el anonimato como parte esencial de su filosofía. Tanto que la salida de su fundador, Martin Margiela, fue conocida meses después de ocurrida a través de un comunicado, y desde entonces, en 2009 permanece sin director creativo hasta ahora. La pregunta es sí Galliano, dramático, excesivo y conocido por sus looks extravagantes al saludar en pasarela sería la persona adecuada.
Luego de su primer desfile para Artisan, Margiela Couture Primavera Verano 15, John Galliano probo que podía ser fiel a sí mismo y también incorporar las premisas de Mr Margiela, lo que parecía una contradicción irreconciliable. Desconstrucción, el sello de la casa; poesía, belleza, minimalismo, androginia y un toque de humor. Con 24 pasadas de inspiración surrealista, caracoles, soldaditos, cochecitos, con guiños a piezas clásicas de su predecesor y saludando en bata blanca, el uniforme del atelier, John Galliano se reinventa y podemos afirmar que el genio está de vuelta. El talento sigue intacto y pasada la crisis podremos ver mucho más de este creador increíble.