Trucos para no irritarte antes y después de rasurarte

La irritación es una reacción muy normal de la piel después de rasurarte. El rasurado puede provocar enrojecimientos, vellos encarnados o tremenda picazón en las piernas, brazos o axilas. Sin embargo, existen algunos trucos para evitar este típico problema antes y después de pasar el rastrillo.

No te rasures en seco

Es un error tremendo rasurarte en seco y es lo que te llevará directo a la irritación. El rastrillo no puede deslizarse bien y esto hace que se “atore” con tus vellos, provocando las cortadas. Te recomiendo que mojes la zona a rasurar con agua tibia y que después apliques un poco de crema para afeitar. Este producto contiene un lubricante que preparará tu piel para este procedimiento. Además, deslizar el rastrillo será más fácil y menos doloroso.

Evita hacer mucha presión

Presionar muy fuerte a la hora de rasurarte es el camino al ardor e irritación en la piel. Hazlo en pasadas ligeras y suaves. Mi consejo es que te tomes tu tiempo para hacerlo. Si tienes prisa, entonces es seguro que te cortes.

Jamás uses un rastrillo oxidado

Además de la irritación, usar un rastrillo oxidado y viejo podría inectar las heridas abiertas. Por otra parte, el cartucho no tiene suficiente filo por lo que rasurarte tomará más tiempo o será completamente en vano.

Toma un baño de agua tibia

Te servirá para suavizar tu piel y aplacar los bultos después del rasurado. Puedes darte una ducha tibia después del rasurado o remojar un paño con agua tibia y dejarlo en la zona durante cinco minutos.

Aplica aceite de coco sobre la zona

De esta forma evitarás los vellos encarnados y las típicas espinillas después del rasurado. Aplica una pequeña cantidad en los brazos, piernas o cara y déjalo reposar durante algunos minutos.