Me queda claro que en la escuela nos enseñan todo lo relacionado con matemáticas, conocimiento del medio y cuestiones cívicas. Eso es importante, pero creo que también deberían ahondar en otros temas que podrían ayudarnos a tener una mejor vida. En el caso de nosotras, deberíamos aprender en la escuela cómo diablos debemos usar ciertos productos de belleza. No con el afán de que promuevan el uso del makeup, pero sí para soluciones prácticas o para cuidar de nuestra piel. Si no lo sabemos, podemos pasar toda la vida sin los cuidados necesarios y más adelante se ven las desagradables consecuencias.
Bella sin tanta complicación
Hay veces que nos desvelamos por la tarea, por quedarnos viendo nuestra serie preferida o por el calor. Las razones varían, pero el resultado siempre es el mismo: bolsas y ojeras que alteran la belleza de nuestra mirada. Para que nada te agarre de sorpresa, procura siempre tener cucharas o tu crema de ojos en el congelador. Así podrás aplicarlo de manera inmediata con resultados favorecedores.
¿Y el makeup?
- Sería importante aprender en la escuela cómo elegir el tono de makeup adecuado para nuestra piel. Muchas chicas aseguran que aplicarlo en el antebrazo es infalible, pero la realidad es que es mejor si lo pruebas en el cuello. Así sabrás cuál va mejor contigo.
- Si se trata de tu rimel, ¡oh no!, lo quieres usar y está medio seco. Tranquila, mételo en tu bra un momento y notarás que es más fácil aplicarlo.
- Para que no se derrita tu makeup, lo mejor será que inviertas en un sellador. Tu maquillaje se conservará todo el día y no parecerás una obra de Picasso.
¿Qué más deberíamos aprender en la escuela?
Todas deseamos que nuestros labios luzcan sexys en todo momento y para ello, el labial debe quedarse en su lugar. Para que el lápiz labial dure, aplica un poco de polvo traslúcido y listo. En el caso de tu corrector, para que aproveches al máximo sus beneficios, traza un triángulo invertido en tus párpados. Olvídate de que hacer una curva es la mejor opción. ¿Y para desmaquillar? Hay días en los que estás muy cansada y quieres correr a tu cama. ¡No lo hagas! Mínimo limpia tu piel con una toallita facial, aunque procura no hacerlo un (mal) hábito.