Las odiosas arañitas que te salen en las piernas pueden ser una pesadilla. Por otra parte, hay de várices a VÁRICES. Estas venas saltadas que se notan mucho en las piernas tienen un nombre clínico: insuficiencia venosa crónica. Es una condición que puede comenzar como un problema estético. Sin embargo, sin la debida atención puede llegar a convertirse en un grave problema de salud.
Las várices
Según un estudio hecho por la UNAM, se considera que 15% de la población general padece de várices en su forma primaria. Aunque aún no se documenta el porcentaje de la población con insuficiencia venosa secundaria. Finalmente, las várices se separan en primarias o secundaria según la gravedad de las mismas.
Las várices se caracterizan por la presencia de cambios estructurales en las venas más superficiales de las piernas. Esto se debe a la falta de elasticidad y atrofia o bien por la desaparición de las válvulas responsables de un buen bombeo de sangre. Las várices son una enfermedad vascular y el problema que generan es que la sangre no corre como debería. La acumulación excesiva de sangre se debe a una debilidad en la estructura de la vena, lo que hace que poco a poco sus fibras pierdan la tonicidad y disminuya la capacidad para contraerse y dilatarse. Estas pueden aparecer con más frecuencia en mujeres que en hombres y normalmente es en las piernas donde surgen.
¿Por qué se forman?
Es una condición sufrida por el hombre desde hace mucho tiempo. Algunos médicos concuerdan en que vienen por predisposición genética. Tener débiles las válvulas de corazón predispone a las várices en las mujeres. Siendo las válvulas las responsables de bombear la sangre y regresarla al corazón, resulta obvio el que al estar débiles el retorno sea muy tortuoso. Por otra parte, hay mujeres que las adquieren durante el embarazo. Los cambios hormonales, el aumento de peso y la retención de líquidos forman parte de las causas más frecuentes en esta enfermedad.
Síntomas
Los síntomas más comunes en esta condición son:
- Molestias en las piernas. Hay sensación de pesadez y cansancio todo el tiempo.
- Hinchazón en las piernas y tobillos. La retención de líquidos es frecuente al tener este problema.
- Sensación de pequeñas picadas en el interior de las piernas, hormigueo constante mientras estás parada o sentada.
- Sensación de ardor muscular en las pantorrillas.
- Pronunciamiento de las venas en las piernas. Cuando las venas ya comienzan a verse un poco moradas y saltadas.
¿Cómo prevenirlas?
Aunque este padecimiento la mayor parte del tiempo es genético, de hecho sí podemos hacer algo para prevenirlo o disminuirlo.
- Masajes: Un masaje al día después de un largo día de trabajo con un poco de crema para que sea más fácil. De esta forma estimulas la circulación dejando la pesadez de tus piernas.
- Ejercicio: No hay ningún tratamiento tan efectivo como lo es el ejercicio. Finalmente las actividades que implican moverte son super importantes para tener una buena circulación. Recuerda todos los beneficios que tiene hacer ejercicio constantemente.
- Levantar las piernas: es un truco que seguro te dio tu mamá o la abuela y resulta bastante efectivo. Ponlo en práctica y verás resultados.