Maltrataron mi cabello en la estética y así lo reparé

Hace unos años decidí que era tiempo de cambiar de look. Quería que mi cabello tuviera un nuevo color y que se viera llamativo. Me atrevería a salir de mi zona de confort, y lo hice… ¡Pero vaya que me arrepentí! La chica que realizó el trabajo en mi cabello me lo dejó muy maltratado. Pensé que mi pelo no se recuperaría, pero por suerte hice algunas cosas que solucionaron el problema y mi cabello se recuperó y volvió a tener vitalidad. Te cuento qué hice para reparar mi cabello.

El cambio de look

Como todas las mujeres había llegado un momento en que quería cambiar mi look. El color natural de mi cabellera es el negro y casi nunca le había hecho grandes cambios. Me lo pintaba con tintes que venden en los supermercados y solo una vez había ido al salón para que me hicieron rayitos color bronce. Nada muy exagerado ni llamativo. No obstante, quería un cambio radical, y por eso había decidido pintarme las puntas de color rojo. Estaba muy decidida por lo que en cuanto pude fui a la estética más cercana a mi casa. Le expliqué a la chica lo que quería en mi cabellera, pero ella comenzó a decirme que me quedaría mejor si me hacía unas mechas californianas rojizas, así que, acepté. ¡Grave error!

El resultado final

Durante el tiempo que estuve en la estética hubo algunas inconsistencias que me advertían que algo no saldría bien. Para empezar, la chica no estuvo al pendiente del proceso en mi cabello. Había momentos en que sentí ardor en el cuero cabelludo y en cuanto me percaté de esto lo comenté a la chica, pero no hizo caso. Después de un par de horas en la estética llegó el momento de ver el resultado final, pero al mirarme en el espejo no me gustó nada como quedó mi melena. Además, a la hora se pagar subieron el precio del tratamiento. En fin, supongo que esto también fue mi culpa, ya que no me aseguré de que la estética fuera un lugar profesional y que hicieran bien su trabajo.  Días después, me di cuenta de que al bañarme mi cabello se volvía muy delgado y era difícil peinarlo porque se pegaba. Incluso se rompía fácilmente con solo pasar el peine. Y también me había percatado de que tenía una pequeña quemadura en el cuero cabelludo. ¡Qué horror!

Así comencé a repararlo

Pasó un mes y mi cabello no se reponía por lo que decidí poner manos a la obra. Lo primero que hice fue volver a mi color natural, el negro. Y enseguida empecé a buscar formas en las que podía mejorar mi cabello maltratado. Una de mis primas me recomendó usar acondicionador dejándolo más tiempo del acostumbrado. Empecé a aplicar este consejo y al terminar de bañarme aplicaba el acondicionador por cinco minutos, con esto poco a poco mi cabello comenzó a hidratarse. Evité a toda costa exponerlo al calor, porque si utilizaba planchas o secadoras lo haría aún más débil y quebradizo. A la hora de peinarme, lo hacía con sumo cuidado, sobre todo cuando terminaba de bañarme.

El aceite de coco

Sin duda, el producto que hizo maravillas por mi cabellera fue el aceite de coco. Había leído en internet las propiedades de este aceite y me llamó la atención que podía hidratar y devolverle vitalidad. Por lo que decidí probarlo, no perdía nada. Todas las noches aplicaba una pequeña cantidad de aceite de coco en mi cabello, desde las raíces hasta las puntas. Al otro día me bañaba y aplicaba el acondicionador. Un mes después empecé a notar los cambios. Mi melena  ya no estaba tan quebradiza ni débil. No dejé ni un solo día el aceite de coco y al ver que era más efectivo que el acondicionador dejé de usar este todos los días y sólo lo aplicaba cada tercer día. Si tú tienes un problema parecido con tu cabello, entonces te recomiendo el aceite de coco. Verás los cambios muy rápido si eres constante.