¿Eres de las chicas que no dejan de morderse las uñas durante el día? Déjame decirte que haces muy mal. Sé que el estrés genera nervios y por más que quieras dejar de morderte las uñas es imposible. La onicofagia es el acto de comerse las uñas. Este es un hábito que muchas personas adquieren. Lo peor es creer que morderse las uñas es inofensivo, pero no sabes cuántas consecuencias negativas tiene en la salud. Te doy uno tips para ayudarte a desenterrar ese hábito.
Las secuelas que deja morderse las uñas
Realmente, no es nada atractivo ver a una chica morderse las uñas. Más allá de eso, no sabes cuanto daño les haces, pues su crecimiento se va debilitando, provocando que tus dedos se deformen. Las consecuencias también se reflejan en los dientes frontales. Morder las uñas desgasta los dientes e incrementa la sensibilidad. ¡Lo sé, es raro! También propicia dolores en la mandíbula y en las cervicales debido a la fuerza que se genera para morder una uña. Y ni hablar de las bacterias, las manos están en contacto con varios objetos sucios, y bajo las uñas se alojan basterias, como la salmonella.
¡Deja de morder tus uñas de esta forma!
Para olvidar este mal hábito, puedes pintar tus uñas o que te coloquen uñas postizas para que estas cubran las naturales. También, puedes cubrir tus dedos con cinta o curitas para mantener lejos tus manos de la boda. ¡Analízate! Piensa por qué o qué te incita a morderte las uñas, de esta manera, harás conciencia y dejarás de morder tus uñas. Los factores emocionales también repercuten, obligándote a comerte las uñas. Relájate y trata de estar tranquila para descartar esta manía.
Daños emocionales
Los efectos de morderse las uñas no solo son físicos, también emocionales. Conforme vas mordiendo tus uñas se van deformando más, al grado de ocultar tus manos porque te da vergüenza mostrarlas. Esto, solo disminuirá tu autoestima y comenzarás a frustrarte.
¡Cuida tus manos! ¿Te muerdes mucho las uñas? ¡Cuéntanos!