Lo que le pasa a tu melena cuando la tiñes de rojo ¡te cuento!

¿Alguna vez has pensado en teñirte el cabello de rojo? Si lo has comentado con tu mamá, tu amiga o a tu estilista seguro te han dicho “pero se te va a maltratar el cabello”, o algo parecido. A mí me lo dijeron cientos de veces y nadie mejor que yo para contarte toda mi experiencia.

De castaño oscuro a rojo manzana

Mi cabello natural es castaño oscuro casi llegando al negro. Desde que tenía 15 años me dieron muchísimas ganas de teñirme el cabello, pero como siempre, mi madre se interpuso así que espere hasta los 18. Me lo teñí por primera vez de chocolate, pero sin decolorarlo, así que prácticamente tuve reflejos castaños. Se podría decir que mi melena era virgen cuando lo decoloré para que el rojo manzana tomará su pigmentación. En sí, no recuerdo muy bien lo que hizo mi estilista, el punto es que mi cabellera quedó de un tono rubio oscuro casi castaño.

La decoloración sí maltrató mi cabello, pero al añadir el tinte rojo el maltrato fue menor. Lo sentí un poco áspero de las puntas, pero nada que me preocupara. Mi estilista le añadió acondicionador a la mezcla para que no se maltratara tanto. El resultado final fue increíble. En realidad me había quedado super rojo ¡me fascinó! Era como yo lo quería y el cambio era inigualable.

Cuidados personales

No me arrepiento de haber teñido el cabello de este intenso color, me encantó tanto que me duró dos años. Sin embargo, para mantenerlo saludable, colorido y radiante tuve que darle algunos cuidados. Cada vez quería un rojo más vibrante y llamativo, por lo que elegía tonos más arriba para que el resultado fuera notorio. Era más rápido teñirlo con un tinte de fantasía, pero estos tonos tienen a desteñirse más rápido. Lo que hice para mantener mi cabello radiante durante todo el mes fue aplicar un champú con tinte. No lo tiñen, pero sí le dan unos hermosos reflejos más rojos.

Por otra parte, mis puntas empezaron a quebrarse demasiado. Tanto así, que jugaba a quebrarlas cuando me sentía aburrida en clase. En fin, utilice un aceite de argán en las puntas para hacerlas más fuertes. Sí hacía un ligero cambio, pero tampoco de un día para otro mi estuvo sano otra vez. Cabe recalcar que también me planchaba la melena muy seguido, por lo que le aplicaba un protector de calor. Estos tres productos fueron mis mejores aliados durante la temporada de cabello rojo.

Lo más tedioso fue…

El crecimiento de la raíz. ¡Lo odié! Al principio le daba un baño de color y retocaba mis raíces, pero después se fue volviendo muy tedioso. El rojo lucía impecable, pero mi cabello crecía tan rápido que no podía lucirlo tal cual. Casi a los dos años de haberlo teñido, deje de hacerle mucho caso. Pasé un mes sin retocarlo y las raíces se notaban, pero me dio igual. Después se me quitó el pensamiento de teñirlo a un rojo más naranja o claro y me decidí un rojo magenta. Un tono más oscuro para que mis raíces no fueran tan evidentes.

Las puntas dejaron de quebrarse cuando deje de retocarme el cabello. Ya cuando lo tuve super deslavado, mi cabello comenzó a sentirse como antes. Poco tiempo después lo retoqué, pero ya no me afectó en lo absoluto.

En conclusión

Es un excelente color que, sin duda, deberías intentar, pero solo si estás dispuesta a retocarlo cada mes. También debes tener en cuenta cuánto tiempo piensas teñirlo de este color. Es difícil de quitar con otro tinte más oscuro; sin embargo, cuando se deslava el otro tono tu cabello tendrá reflejos rojizos. Lo mejor es que se deslave con el tiempo para que estos reflejos sean menores y poco a poco desaparezcan. No te maltrata el cabello a un grado que no puedas teñirlo otra vez, pero tampoco será lo más suave del mundo.

Si tu cabellera es castaña clara o rubia de manera natural, entonces no sufrirá daños severos. Será como cualquier otro tinte, la verdad. En cambio, si lo tienes muy oscuro entonces sí tendrás que pasar por la decoloración. A pesar de haber pasado todo eso no me arrepiente de haberlo teñido de rojo, pero dudo hacerlo de nuevo.