Hábitos para no maltratar tu piel de más cuando tienes acné

Una de las grandes preocupaciones de muchas adolescentes y algunas adultas es el acné. Yo comencé a tener acné a los 8 o 9 años. Mi rostro se convirtió en la arena de lucha de mis hormonas a muy temprana edad. Lamentablemente pasaron muchos años para que mi problema se solucionara. Mientras eso pasaba, encontré 4 reglas para no maltratar la piel. Quizás mi experiencia de hace años te ayude el día de hoy a ti, para no maltratar tu piel y cometer los típicos errores que llevar a cicatrices muy vistosas. Si te preguntas cuál era el problema con mi cutis, puedo decirte que fue una combinación de ansiedad y malos hábitos alimenticios.

1.- Comencemos por la comida

Después de visitas a dermatólogos y de probar muchos remedios naturales llegué a la conclusión de que mi problema se debía principalmente a la alimentación. Algo en que ningún doctor se había fijado antes. Cuando era niña, mi abuela era la que cuidaba de mí. Como típica abuelita, las raciones de comida digamos que no eran su fuerte. Fui una niña que comía dos platos de sopa, a veces dos platos fuertes y, además, dulces. Dentro de lo que cabe, la comida que ingería era saludable, solo que la cantidad no era lo ideal. Eso, sumado a los dulces, fue el detonante perfecto para que el acné proliferara. Cuando cumplí 15 años y comencé a tener control sobre mi alimentación, las calidad de mi piel dio un giro completo. Comencé a disminuir las porciones de alimento y a evitar azúcares, harinas y alimentos procesados poco saludables sanos. Conforme pasaron los meses fue evidente que gran parte de mi problema era la alimentación. Así que cuida la tuya, tu piel se alimenta de lo que comes.

2.- No la pellizques

Puff, parece que tener un brote blanco es como una invitación al pellizco. Cuando era más chica odiaba que mi mamá o mi abuela tratarán de quitarme los brotes, pues lejos de mejorar la situación, la empeoraban. Claro que quien terminaba sufriendo las consecuencias era solo yo. Crecí y me convertí en cosmiatra, entonces descubrí que quitar los brotes es bueno, pero hay varias reglas a seguir:

  • Siempre desinfecta tus manos, las bacterias proliferan si no lo haces.
  • No lo quites con tus manos, de preferencia recurre a un profesional para que los retiren con lanceta y algún otro accesorio.
  • Si lo quitaste tú, desinfecta el área y tus dedos. No trates de quitar el siguiente brote teniendo la suciedad en del anterior.
  • Lava tu rostro y deja que cicatrice para no maltratar tu piel.

3.- Mantén la calma

Como dije, el origen del problema no fueron las hormonas, en realidad era estrés. De niña experimenté un trance de problemas familiares muy estresante. En este tiempo dejaba que mis emociones afloraran. Era una pequeña bola de caos interno, lo cual provocaba colitis, acné e incluso en algunas ocasiones pitiriasis. Cuando me convertí en adolescente las cosas empeoraron un tantito. Los brotes eran más grandes y muy dolorosos. Pasé casi toda mi adolescencia probando cremas y tratamientos. Sin embargo, fue hasta ya entrados mis 20 que logré controlar mis emociones y con eso mi problema de acné. Lejos de los cambios hormonales, descubrí que cada vez que me pasaba algo, los días siguientes mi cara sufría. Así que, aprende a conservar la calma y a sacar el estrés de forma más recreativa. Esta es una de las principales reglas para no maltratar tu piel.

4.- Haz ejercicio

Finalmente encontré que el ejercicio es la cura para casi todos los males. Mantener tu cuerpo activo ayuda a deshacerte de muchas toxinas. También ayuda a restablecer tus emociones, calmar tu mente y a tener una mejor calidad de vida. Desde niña fui muy activa en este aspecto. Sin embargo, no tener calma, ni una buena alimentación y dejar que manos externas jugaran con mi cara no permitieron que se solucionara mi problema. No obstante, tú puedes hacerlo, haz más ejercicio y relájate, la vida no es nada si no tienes salud.

Finalmente, no toques de más tu rostro. A veces la ansiedad es muy traicionera, solo esperas a encontrar un pequeño bulto en tu cara para comenzar a rascar. En un dos por tres el brote, puede volverse en un monstruo. Eso sin hablar de las odiosas cicatrices. Para no maltratar tu piel, busca una pelota o algo más que hacer cuando tengas la ansiedad a tope.