La decoloración del cabello consiste en extraer el color del cabello. Se quita tanto como sea necesario para aplicar el tinte y obtener el color elegido. Así mismo, si estás pensando en pasar de un color muy oscuro de cabello a otro más claro, la decoloración puede ser el proceso indicado para ti.
Qué se usa
- Polvo decolorante: este componente abre las escamas de la cutícula y activa el agua que oxida.
- Agua oxigenada: dependiendo de qué tan intensa será la decoloración, las hay de distintos volúmenes. Esta oxida la melanina del cabello, que es lo que le da el color.
Además, alguna decoloración lleva también aceite de visón para la protección del cabello. Muchas coloraciones pueden combinarse con grandes cantidades de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) para realzar el color, pero, en lugar de mezclar el agua oxigenada con la tintura, es necesario decolorar los cabellos antes de teñirlos.
Cómo funciona
En primer lugar se altera la cutícula, que es la capa externa del cabello. Las escamas se abren para que el producto decolorante pueda penetrar y actuar en el interior del cabello. Ello permite al agua oxigenada penetrar en el corazón del cabello para extraer el color de sus pigmentos. En función de la concentración de agua oxigenada de cada decoloración, aclarará más o menos los pigmentos naturales del cabello.
Este proceso implica un cambio progresivo. Es decir, durante el proceso el color va cambiando hasta llegar a un rubio.
La decoloración del cabello funciona de la misma manera que la coloración normal, ya que utiliza un activador (normalmente agua oxigenada) para suavizar y abrir las cutículas. Pero hasta ahí llega el parecido. En lugar de poner un color en el interior del cabello, el agente blanqueador penetra en el pelo para decolorar el pelo.
Un proceso con el que se debe tener precaución
Es importante saber que la decoloración es un proceso muy agresivo para la melena y que puede tener efectos negativos si no se aplica con precaución.
