Evita estos hábitos por la tarde para tener la figura que deseas

Para obtener la figura que deseas, hay varios aspectos que debes tener en cuenta. No sólo la alimentación afecta, también existen algunos malos hábitos que podrían afectar tu plan para perder peso y, en consecuencia, tu salud.

Las últimas horas del día determinan si pierdes o ganas peso

¿Qué haces al regresar a casa después de un largo día de trabajo? Es importante saber que las últimas horas del día el cansancio aumenta de forma exponencial. En este momento bajas la guardia y los malos hábitos hacen de las suyas. Para conseguir la figura que deseas, debes evitar ciertas costumbres que solo te están haciendo engordar.

Estás mucho tiempo sentada

Si llegas al trabajo y te la pasas sentada frente a la computadora, sales a comer y otra vez te vuelves a sentar. Luego, al volver a casa te sientas en el transporte público o en tu auto y pasas mínimo una hora en el tráfico. Llegas cansada a casa y te sientas a ver alguna serie o simplemente a descansar. ¡Detente ahora mismo! Necesitas moverte, pues de esta manera cuidas tu salud y mejoras tu figura. A A todos nos beneficia caminar mínimo 15 minutos al día.

Evita usar la comida como consuelo

Si cada vez que llegas a casa vas inmediatamente al refrigerador a ver qué encuentras, estás en graves problemas. A esta situación se le conoce como apetito emocional y, en algunos casos, puede convertirse en un problema serio que requiere ayuda de profesionales. Si crees que es tu caso, debes acudir con los especialistas. Incluso debes tener precaución con la hora en que ingieres los últimos alimentos del día. De acuerdo a los especialistas, lo recomendable es cenar a las 21 horas para dormir bien y mantener tu peso. Si decides no cenar puede ser contraproducente porque dormirás mal y despertarás con más hambre.

Los snacks son bien recibidos

Lo más recomendable es hacer cinco comidas al día para que tu metabolismo se mantenga activo y eso te ayuda a perder peso. Si omites los snacks de la tarde te sentirás cansada y tendrás mayor antojo por alimentos menos saludables. Una manzana o un puñado de nueces pueden hacer la diferencia.