Es verdad que las manos dicen mucho sobre nuestra salud, higiene y personalidad. Si quieres dar una buena imagen, es importante que pongas atención a su cuidado, pero no solo a la piel. Con el correr de los años y algunos malos hábitos, es común que las uñas se pongan amarillas. Toma nota de los siguientes consejos para evitarlo.
La higiene es tu mejor aliada
Las uñas cambian de tonalidad debido a muchos factores, pero el más común es, sin duda, la falta de higiene. Por eso es conveniente tomar algunas medidas que eviten a toda costa que su color natural se percuda. Cada vez que quieras pintarlas es conveniente que te cerciores de retirar el exceso del esmalte anterior. Una vez hecho esto, lava tus manos con agua y jabón neutro para retirar esporas y piel muerta.
Recorta, lima y no pulas demasiado
Si además de tener las uñas amarillas notas que la superficie no es uniforme, entonces probablemente tengas un hongo. Para eliminarlo lo ideal es acudir con un dermatólogo o podólogo. Con el tratamiento adecuado podrás eliminar ese desagradable problema. Sin embargo, evitar su aparición es muy simple, solo recorta tu uñas de manera constante, límalas y púlelas. No te excedes en este último paso, de lo contrario las debilitarás.
No es tú culpa, es del cigarro
Además de que fumar es un hábito sumamente desagradable y que pone en riesgo la salud de tus pulmones, es una de los factores más comunes por los que las personas (sean hombres o mujeres) tienen los dientes y uñas amarillos. Esto se debe a la gran cantidad de nicotina y otras sustancias químicas que componen un cigarrillo. Así que ya sabes, cada vez que sientas el antojo de echar unas bocanadas de humo por la boca, piensa en cómo quieres que se vean tus manos.
¿Qué otro tip conoces para evitar que las uñas se pongan amarillas?