“¡Ay, qué bonito está tu esmalte” y “me encante tu manicure” son comentarios que sueles escuchar luego de que fuiste a que te arreglen las uñas. Claro, tú vas y disfrutas de ese momento para ti, sin darte cuenta de un detalle: es muy probable que te estén cortando la cutícula. Ahora viene mi pregunta: ¿crees que deben cortártelas? Resulta que estás tienen una misión muy importante y esto es lo que los expertos dicen al respecto.
Las cutículas no son “pellejitos”
Algunas personas consideran que las cutículas son pellejitos que le dan un mal aspecto a las uñas. Pero no es así. ¿Por qué? Porque las cutículas protegen la lámina ungueal. ¿La quéee? La capa que protege las estructuras del dedo; es decir, el hueso y el tejido adiposo del pulpejo del dedo. En resumen, la salud de las cutículas está relacionada con la calidad de las uñas.
Y las afectaciones son…
Aunque son pequeñas, retirar esos “pellejitos” trae sus consecuencias. Para empezar, la cutícula se vuelve gruesa y dura, mientras que la uña pierde color, textura y fuerza. La cutícula es como una barrera natural contra la humedad y microorganismos, pero al ya no estar, ya no protege la uña y pueden entrar bacterias que causan hongo.
¿Qué debes hacer?
De acuerdo con los expertos, lo correcto es que no te quites la cutícula, sino que la cuides. ¿Cómo? De la siguiente manera:
- Empújalas. En lugar cortar las cutículas debes de empujarlas con delicadeza, con ayuda de un palito de naranjo. De esta manera no te desharás de ella y tus uñas tendrán buen aspecto.
- Huméctalas. Aplícales crema o aceite natural, como de coco o lavanda, y dalles un masaje. Esto ayudará a que estén sanas y suaves. Puedes humectarlas tres veces a la semana.
- Nada de acetona. Por lo general, las personas usan acetona para quitarles el esmalte a las uñas; sin embargo, este químico daña tanto a la uña como a la cutícula. ¿Qué hacer? Compra un removedor sin acetona.