Cómo no exagerar con el maquillaje si tienes acné

Cuando estamos bajo tratamiento y probando remedios de todo tipo para eliminar el acné, un maquillaje pesado no es opción. Lo que tampoco es opción cuando tienes acné es salir en público con la cara lavada. Afortunadamente existe una manera de aplicar maquillaje sin empeorar tu acné. La mejor parte es que no se verá exagerado y podrás disimular bastante las imperfecciones de tu rostro.

Necesitas

  • Limpiador suave
  • Hidratante con protección solar
  • Corrector
  • Maquillaje para camuflar
  • Brocha plana

Cuida tu rostro

Haz del cuidado de tu piel sea una prioridad. Lava tu cara dos veces al día con un limpiador suave y contra el acné. Elige uno con peróxido de benzoílo u otro ingrediente contra la grasa y el acné. También aplica un tratamiento sobre tus imperfecciones individuales (uno con peróxido de benzoílo o ácido salicílico) por las noches. ¡Te levantarás con tus granos secos y tu rostro más suave!

Después de lavar tu cara por la mañana, esparce un hidratante no comedogénico con FPS. Puede que sientas que es un pecado aplicar un hidratante en una piel que ya es grasa, pero es una de las mejores cosas que puedes hacer por ella. No solo evita que tu piel se dañe por el sol, sino que también la suaviza y es la base perfecta para el maquillaje. ¡Te mantendrá hidratada y protegida!

Maquíllate

Usa solo productos no comedogénicos, de preferencia con base de agua y no de aceite. Comienza tu rutina de maquillaje poniendo unos toques de corrector debajo de los ojos y esparciéndolo con los dedos limpios. Para obtener una mejor cobertura, usa maquillaje para camuflar los peores puntos de acné. Sólo unta una brocha plana limpia con tu maquillaje y aplícala suavemente. Ten en cuenta que el maquillaje para camuflar es una fórmula seca que no hará que tu acné luzca viscoso o grasoso, a diferencia del corrector que sólo debes usar debajo de los ojos.

Después, con una esponja pon una base de un tono que se ajuste al de tu piel. Recuerda, el objetivo de la base no es cambiar tu tono de piel, sino emparejar los puntos rojos y crear una imagen suave y homogénea. Aplícala solo en las áreas rojizas o de tono disparejo y deja tranquilas las áreas que no están dañadas.

Aplica un poco de polvos mate por toda tu cara para evitar que tu piel luzca grasosa. También puedes usar papel de arroz para absorber el brillo de tu rostro a lo largo del día.