Una pensaría que al afeitarse las piernas se remueven todas las células muertas de la piel. Sin embargo, temo informarte que eso no es cierto. En realidad, necesitamos exfoliar nuestras piernas antes de afeitarlas para cortar aún más cerca de la superficie y tener piernas mucho más suaves. Como no podemos usar un exfoliante demasiado agresivo, queremos compartirte esta receta natural super fácil de hacer, ideal para antes de afeitarte.
Ingredientes
- 1 ¼ de tazas de azúcar
- ½ taza de aceite
- 3 cucharadas de jugo de limón o 20 gotas de aceite esencial de limón
- Un contenedor que puedas meter a la regadera
- Rastrillo
Instrucciones
- Si lo deseas, puedes preparar la mezcla en una jarra o en un bowl de vidrio
- Coloca en el recipiente el azúcar y añade el jugo de limón o las gotas de aceite esencial. También puedes usar lima. Lo importante es que sea el jugo de un cítrico.
- Luego, añade el aceite. Las fotos muestran aceite de oliva, pero puede ser cualquier otro: de coco, de bebé, de canola, de argán, etc.
- Si agregaste los ingredientes en una jarra, solo necesitas taparla y agitar hasta que todos se mezclen perfectamente. Si no, deberás hacerlo a mano con una espátula en el bowl.
- Pasa la mezcla al recipiente que usarás en la regadera.
Cómo usarlo
Si lo usas en la bañera, remoja tus piernas por cinco minutos. Por otra parte si lo usas en la regadera, primero lávate el cabello para que tus piernas tengan tiempo de humedecerse. Ahora aplica la mezcla en tus piernas y tállala. Como es exfoliante, puedes usarlo en otras partes de tu cuerpo, como pies y codos. El azúcar es lo suficientemente abrasiva para remover toda la suciedad y las células muertas. El jugo cítrico funge como un peeling moderado que revela piel más brillante y suave. Y, finalmente, el aceite de oliva penetra varias capas de la piel y la humecta por más tiempo.
A continuación aféitate. Después, de rasurarte enjuaga tus piernas y vuelve a aplicar la mezcla. Luego, enjuágala por última vez. Si no te gusta la sensación oleosa que queda, puedes enjuagarla con jabón neutro. Aplica un poco de crema humectante y estarás lista para presumir tus piernas mucho más suaves. Como medida de seguridad, revisa que tu regadera quede limpia para que nadie se resbale la próxima vez que la usen.