¿Has notado que tus uñas comienzan a ponerse amarillas? Hay muchas razones para que esto suceda; por ejemplo, el consumo de tabaco, el uso de esmaltes o incluso tocar algunos productos abrasivos. Sin embargo, no tienes de qué preocuparte. Existen remedios caseros infalibles para blanquear las uñas y lo mejor es que son muy fáciles de preparar. Date prisa, consigue lo que necesitas y empieza a lucir unas uñas espectaculares.
Limón y leche
En un recipiente, coloca jugo de limón y sumerge tus uñas durante cinco minutos. Al sacarlas, frótalas directamente con el limón. Enjuágalas con bastante agua. Al jugo de limón del principio agrégale un poco de leche y repite el procedimiento. Aplica este remedio diariamente. Comenzarás a notar que tus uñas se blanquean poco a poco.
Agua oxigenada con vinagre
Esta combinación nunca falla. Toma un trasto y vierte en él 3 cucharadas de vinagre blanco y 2 de agua oxigenada; mezcla bien. Utiliza un poco de algodón para aplicar la solución directamente en tus uñas. Déjala actuar durante un minuto y después enjuaga tus manos con agua fría. Repite esto diariamente hasta notar que tus uñas tienen el tono que buscas.
Bicarbonato de sodio y agua
Mezcla 1 cucharadita de bicarbonato de sodio con un chorrito de agua hasta obtener una pasta. Con ayuda de un algodón, aplica el remedio sobre tus uñas y deja actuar por 15 minutos. Pasado este tiempo, enjuaga con agua fría y después utiliza un poco de crema humectante en las manos. Hazlo diario hasta lograr blanquear las uñas de manera uniforme.
Escoge el remedio que más te guste y comienza a ver resultados en pocos días. Lucirás unas uñas envidiables y, sobre todo, sanas. Para mantener estos resultados, recuerda utilizar productos que ayuden a fortalecer tus uñas y hacer una manicura de vez en cuando.