Ya en alguna ocasión les conté acerca de mi historia con la base de maquillaje. La verdad es que prefiero evitarla lo más posible y sólo utilizo protector solar y corrector. Esto se debe a que casi nunca consigo el tono ideal para mi piel. Por tanto, termino muy blanca o muy oscura. Sin embargo, encontré algunos trucos para combinar bases con los que obtendrás el color ideal. ¿Quieres conocerlos?
Combina bases líquidas, no en crema
La primera regla que debes seguir para combinar bases a la perfección es mezclar bases líquidas. De esta forma te será más fácil integrar ambos productos. Además, el resultado será homogéneo y al momento de aplicar la base no tendrás parches en tu cara. Si lo intentas con productos en crema será medianamente fácil, pero el resultado no te agradará, ¡ni hablar del polvo!
No debes combinar bases con terminados distintos
Recuerda que los pigmentos no se prensan de la misma forma, ésta siempre cambia con base en el acabado. En este sentido, si tu base es mate, semimate, velvet, mousse, etc. tiene necesidades distintas. Cada una hará lucir diferente a tu piel, por tanto, si mezclas texturas distintas, podrás llevarte una mala sorpresa.
Ambas deben tener la misma cobertura
El problema con la cobertura de las bases es que esta determina su nivel y tiempo de oxidación. Por tanto, si combinas dos bases que tienen cobertura diferente, tu piel lo resentirá. En primera instancia, al término de unas horas comenzarás a ver parches en tu cara, algunas marcas de expresión serán más notorias que otras. Finalmente, terminarás con partes con base y otras con las que no.
Elije tonos intermedios y no extremos
Finalmente, recuerda que combinas dos bases para encontrar la ideal. Por tanto, elige colores que se asemejen mucho al tono de tu piel. Esto aplica tanto para el color claro como para el oscuro. No vayas a cometer el error de elegir una muy clara y otra muy oscura. De esa forma no conseguirás tu tono.