Hay distintos factores de la ciudad que afectan tu belleza y vamos analizar algunos ejemplos para que estés alerta. Si vives en una ciudad comopolita en la que el smog es el “aire fresco” que respiras en un día ajetreado, seguro existen varios elementos que son un riesgo para tu salud y, por consiguiente, para tu belleza.
Aquí veremos cuáles son los principales factores de la ciudad que afectan tu belleza.
Es inevitable salir a la calle, ya sea para dejar a los niños, salir a correr, a tomar café, a trabajar. No importa, diariamente hay algo qué hacer fuera de casa. Tampoco hay forma de que te quedes en una burbuja purificadora para que no te alcance ni una partícula atmosférica, pero sí hay maneras de cuidarnos lo más posible.
1. Smog
En el ambiente pululan contaminantes que acaban en nuestra piel y cabello y que contribuyen al envejecimiento prematuro. Desde que el día comienza hay tantos autos en circulación lanzando sus gases que, además de afectar nuestras vías respiratorias, terminan en nuestro cutis.
Estos dañan las células cutáneas y provocan resequedad y manchas. Además, al romper las fibras de colágeno y elastina el cutis pierde soporte y aparece las arrugas y la flacidez.
El cabello sufre de la misma manera: se reseca y opaca. Así que te recomendamos recoger tu pelo o protegerlo humectándolo con cremas y aceites después de lavarlo. Para tu rostro, además de tus productos de belleza y cuidado, la limpieza es esencial. Recuerda lavarla al volver a casa para remover todas las impurezas.
2. Grasa de comida
Cuando pasas por los puestos de la calle donde preparan comida supergrasosa, los aceites que usan, junto con el humo, se adhieren a tu cabello y piel. Parece insignificante, pero cuando esto sucede, tus poros se tapan impidiendo así la respiración adecuada de tu epidermis y comienzan a formarse granitos y puntos negros.
Trata de no permanecer mucho tiempo en estos sitios.
3. Sol
La exposición al sol puede provocarte desde una simple quemadura (cuando te “bronceas” sin usar bloqueador), hasta quemaduras más graves y, en el peor de los casos, cáncer de piel.
Los rayos UV (rayos solares ultravioleta) son emisiones solares que llegan a tu hipodermis, y al generar los famosos radicales libres de los que tanto huimos y combatimos con antioxidantes, la dañan. Estos son responsables del envejecimiento prematuro y por eso un cuidado adecuado de nuestra piel es imprescindible.
Como sabemos, los rayos UV afectan el ADN de los genes que controlan el crecimiento de las células cutáneas y, por tanto, contribuyen a la aparición del cáncer de piel. Así que no podemos tomarnos la protección a la ligera.
Los UVA son otras radiaciones solares peligrosas, ellas son las que paulatinamente nos “broncean”. Así te encuentres detrás de una ventana, con ropa y lentes solares, estos rayos la atravesarán y dañarán tu piel.
¿Te ha pasado que después de pasar un rato bajo el radiante sol la piel te arde y hasta se te despelleja unos días después? Eso se debe al efecto de los UVA en tu epidermis, por eso es preciso aplicar bloqueador periódicamente y usar sombrero o algo que proteja tu rostro.
4. Viento
El viento es refrescante y hace que nuestra melena vuele y nos veamos muy sensuales. Sin embargo, también nos afecta. En el ambiente hay miles de partículas mezcladas: polvo, humo, heces pulverizadas… ¡Sí, todo eso y más! Estas partículas se adhieren también a tu piel, tapan tus poros, resecan la piel y cabello. Además, los opaca y les da una textura terrosa poco agradable.
Procura recoger tu melena o cubrirla con alguna mascada, pashmina, sombrero. Si tienes oportunidad, lávala en cuanto puedas.
Toma en cuenta:
- Recuerda siempre usar bloqueador cada 4 o 5 horas.
- Lava tu rostro dos veces al día.
- Cuida tu cabello con productos que lo hidraten y lo protejan de las radiaciones solares.
- ¡Toma mucha agua! Una alimentación rica en antioxidantes y saludable en general, se reflejará en tu piel y cabello, pero además combatirá los radicales libres.
¿Qué otro factor de la ciudad crees que afecte tu belleza?
