¡¿Por qué voy al GYM y no bajo de peso?!

Ya han pasado varios meses de que te inscribiste en tu gimnasio, has sido constante y nada…
Estás harta de asistir al gimnasio sin ver resultados y ¡No tienes idea de QUÉ está pasando!
Existen algunas cosas que podrías estar haciendo mal y por esto no has podido ver los resultados que te gustaría tener:

  • Quieres ver resultados demasiado rápido.
    El cambio en tu cuerpo lleva tiempo, apunta hacia metas realistas. Si ingresaste en el GYM y el entrenador te prometió ser una fitness en 2 meses ¡miente! Necesitas ser constante, pero también necesitas tiempo. No todos los cuerpos son iguales, existen personas que se marcan antes que otras. 2 meses no son suficientes para ver un cambio tan drástico. ¡No te frustres! Ponte metas pequeñas para que todo sea más fácil.

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  • No tienes un plan alimenticio adecuado.
    No sólo es ir al gimnasio y ya, la buena alimentación y el ejercicio deben de ir de la mano para lograr un buen resultado. No sirve de nada que vayas al gimnasio y te esfuerces para que llegando a casa te comas una rebanada de pastel. Sólo lograrás compensar las calorías que acabas de quemar. Recuerda que tu dieta es de lunes a domingo, consulta siempre a un nutriólogo que te oriente.

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  • No tienes un entrenamiento planificado.
    Las rutinas del gimnasio se deben cambiar cada mes porque tu cuerpo se acostumbra a ellas y “pierde el efecto”. Generas una adaptación y la rutina va a hacerse más fácil, lo que nos lleva a un estancamiento. Recuerda que, además de cambiarla, debes de hacerle saber al entrenador cuáles son tus objetivos. No todas las rutinas sirven para lo mismo. Busca orientación, el entrenador te guiará para que a través de tus cualidades, medidas y muchos otros elementos tengas un plan de acción a seguir.

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  • Paras cuando sientes dolor.
    Nadie dijo que iba a ser fácil. Pero si tú paras cuando empiezas a sentir la menor molestia, no te estás esforzando lo suficiente. Cuando tú fuerzas a los músculos a seguir adelante no importando el dolor, los fortaleces. Si los fortaleces, empezarán a crecer y así  tendrás un músculo fuerte y tonificado. De nada sirve que pares a la menor molestia, ya que es ¡como si no estuvieras haciendo nada! A menos de que sientas que te estás lesionando, si es el caso, ¡DETENTE!

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  • No estás cargando el peso suficiente.
    Sucede casi lo mismo con parar cuando sientes dolor. ¿Has oído el: “Si no duele, no sirve”? Sucede que sólo llevando a tu cuerpo al siguiente nivel, lograrás ver resultados. Desmitificando los músculos femeninos, debo recordarte que aunque hagas ejercicio con pesos pesados es casi imposible que consigas el cuerpo de Arnold Schwarzenegger. Tendrías que tener una gran cantidad de testosterona (lo cual es realmente muy improbable) o estar consumiendo esteroides.

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  • No estás dando tu 100%.
    Sabemos que hoy en día, vivir una vida plena y sin preocupaciones no existe. El 90% del tiempo vivimos estresadas. Si has tenido un día muy duro en el trabajo y no llegas al GYM con la mentalidad de dar tu 100%, no podrás disfrutar de los resultados. Tener un cuerpo bonito es difícil, vas a tener que esforzarte, dar lo mejor de ti y llevar tu cuerpo al límite ¡Cambia de actitud! ¡Puedes lograrlo!

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  • No estás descansando bien.
    Ya diste tu 100 % en el GYM, en el trabajo, en tu casa, etc. pero el descanso es necesario para que tu cuerpo se recupere después de un arduo entrenamiento. Si no descansas, tu cuerpo comenzará a fallar. Así que alístate a tener tus buenas horas de sueño!

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De verdad, ¡Tú puedes!
Es por tu bien.