La construcción de un escenario poético fue lo que se dejó ver en las pasarelas parisinas en la semana de la moda.
Envueltas en la inspiración del romanticismo de los 50 hasta la expresión de libertad de los 70, las colecciones primavera verano 2015 hacían su aparición.
Con despliegue majestuoso algunos de los diseñadores montaron verdaderas obras de arte.
Se exhibieron casi como extraídos de un cuento de hadas; géneros como el terciopelo, organza, encajes y tul engalanados en lentejuelas, flores, plumas, oro y plata hasta bordados con frases como tatuadas sobre gasa.
Semejante despliegue escenográfico debe dejarnos la suficiente inspiración para echar luz en busca de aquello que podamos acondicionar a la vida real.
Un ejemplo más terrenal y fácil de adaptar para los diferentes gustos y estilos, son los accesorios .Y he aquí una muestra.