Nuestras mamás nos aman, lo sabemos.
Son nuestras mejores amigas y cómplices en distintas cosas, pero hay veces… que no sólo te dejan en vergüenza sino que también encuentran cómo rematarla…
- Llegó tu novio, pretendiente, amigo cercano o lo que sea… y notó las fotos de cuando eras pequeña. Tu mamá lo vio y aprovechó para enseñarle hasta la foto donde sales “al natural” cuando estabas bebé, cuando traías el disfraz horrible que te compró cuando tenías 5, la foto de los 15 años donde pareces piñata… Son esos momentos cuando quieres cavar un hoyo y meterte en él hasta que acabe el momento.
- Cuando van a una reunión familiar y todo va bien, vas al baño y regresando tu mamá ya le esta contando a todo quien se atraviese que ¡¡¡ya tienes novio!!! Equis que le cuente a la gente discretamente que estás saliendo con alguien, pero las mamás tienen este no sé qué que qué sé yo para contar si es alto, bajo, a qué hora te regresó, qué coche trae, bueno… si lo has sufrido no sólo les va a contar hasta el último chisme del pobre hombre, sino que obviamente tu familia te va a empezar a hacer burla.
- Llegan tus amigos a tu casa y en el momento en el que te descuidas tu mamá, preocupada por su alimentación, ya los puso en engorda: sándwiches, refresco, fruta, papitas, etc… Eso en realidad es muy bueno, el detalle está en que ya le vino a hacer la plática a todo mundo en el lugar, a preguntar como están sus mamás o cómo va en la escuela… ¿y ahora cómo la sacas de ahí?
- Cuando te reprocha algo enfrente de tus amigos. Invitaste a alguien a casa y se quedó a comer, tu mamá amablemente le da de comer a tu invitada(o) mientras le cuenta que eres muy caprichosa, que no comes esto o aquello, que tu cuarto está sucio, que eres una bla bla bla… tu amiga ya se enteró de todas tus intimidades y es mucho peor cuando le piden a tu amig@ que les dé la razón.
- Cuando tu mamá es joven y sientes que los roles están invertidos. Hace todo lo que tú deberías estar haciendo, como irse de fiesta y regresar al día siguiente o ver el celular todo el día. Hay momentos en los que te deja en ridículo por que es mamá joven, quiere platicar con tu amigos, ser el alma de la fiesta, ponerse lo mismo que tú, bailar con canciones “modernas “…
- Cuando tu mamá tiene crisis de la edad y quiere comportarse como una loca adolescente, bailar toda la noche, o ponerse esa ropa que no le va tan bien. ¡Oh! esos momentos cuando sale a la calle con la mini falda más corta que la tuya o cuando simplemente se pone a bailar y hace cosas extrañas que no le van y tú sólo quieres que te trague el centro de la tierra.
- Cuando tu mamá descubre Facebook y para de darle like a toooodas tus publicaciones, o escribir comentarios dulces y ridículos a cualquier publicación que pongas, y aguas con que subas algo incriminatorio porque ella se va a enterar y seguro te va a evidenciar en los comentarios. ¿Mis comentarios favoritos? Los que vienen en forma de carta:
Querida @Fulanita,
Te mando un saludo y un beso, no olvides que te quiero con todo mi corazón.
De parte de tu mamá.
- Su pelea con la tecnología, esas veces cuando tu mamá se pelea con el celular y te pide de favor unas 15 veces al día que la ayudes porque su porquería de celular no funciona, o la tele está haciendo cosas raras, o su computadora se volvió loca o cualquiera de esas cosas extrañas de la tecnología moderna que no puede entender. Sin olvidar que asume que tú lo vas a saber todo y se ofende si no tratas el tema con la delicadeza que merece.
- Tu mamá tomándote fotos para TODO, no importa tu edad, el lugar ni el evento… Las mamás tienen un extraño complejo de fotógrafas escondido en lo más profundo de sus entrañas. Lo incómodo viene cuando te hacen pararte sola sonriendo sin parar en la misma posición durante 5 minutos en lo que tu mamá se pelea con su celular “que no toma la foto bien”.
- Cuando tu mamá te quiere presumir con tu familia, la vecina, sus amigas, tus doctores o ¡quien se deje! en cualquier ocasión, se preste o no, y no para de contar cuanta “hazaña” has tenido en el colegio, el trabajo, o cualquier otra cosa. Viéndole el lado bueno, tu mamá está MUY orgullosa de ti, M-U-C-H-O.
Ay.. pero ¡cómo las amamos!
