Van a pasar varios años después de crecer con cuentos de princesas de Disney para que descubramos la verdad acerca de las relaciones de pareja. El “juntos para siempre” adquiere un tono gris cuando ya hemos vivido varias relaciones fallidas a través de los años.
Existe una gran diferencia entre amar y estar enamorado, todas tenemos un proceso diferente para lograr identificarlo. Algunas lo sufren más que otras pero, una vez que logremos identificarla, seremos capaces de construir una relación duradera.
Si amas a alguien, no necesitas pasar con él cada segundo del día.
Estar enamorado y querer estar con tu pareja cada segundo del día: así pasan los primeros meses de relación y es cuando comienzan los problemas. Después de esta fase melosa y una vez que han avanzado, sabrán que no necesitan estar como muéganos pegados todo el día. Existe una conexión más especial donde tú sabes que puedes contar con él en cada minuto del día y que te ama sin estar físicamente presente.
Si amas a alguien, lo ayudarás a crecer.
Es algo muy diferente cuando estamos enamoradas y sólo nos importa vivir un mundo de amor color rosa estando con nuestra pareja. Pero, una vez que amas a la persona, te empezará a preocupar su futuro y se ayudarán mutuamente a crecer y seguir adelante a pesar de los problemas que puedan surgir en el camino.
Si es amor, la vida será mas fácil.
Cuando estamos enamorados, hay veces que peleamos por muchas tonterías, celos, inseguridades, etc. Pero cuando maduramos y amamos de verdad, la relación se vuelve una fuente de felicidad ¡no de estrés constante!
El amor viene con rutina incluida.
Cuando la relación llega a la madurez, es inevitable caer en la rutina de la vida diaria. Habrá veces en las que ni siquiera querrán salir al cine porque se sienten cómodos compartiendo un momento en casa y, debido a que la monotonía no es lo ideal, siempre podrán salirse de la caja cuando lo deseen. Una relación estable hace que dejemos atrás nuestras aventuras para construir una vida con nuestro ser querido.
Cuando estamos enamorados, no vemos lo malo.
Es la euforia del momento: tener a tu pareja a tu lado y ser muy muy felices. Estamos con una gran venda en los ojos pensando que la felicidad será por siempre y la verdad es que sólo vemos lo bueno de la otra personas. Cuando pase el enamoramiento, comenzarás a conocer realmente a la persona.
Todo es fácil cuando estamos enamorados.
Pensar que el trayecto será fácil mientras estamos enamoradas es típico. La nube de hormonas nos dice que todo irá bien, pero cuando amamos sabemos muy bien que los tiempos difíciles siempre vendrán pero los podrán superar en pareja.
Creemos que la persona con la que se está es la indicada.
Cuando empezamos a tener relaciones de pareja, pasa mucho que pensamos que cada hombre que pasa es el indicado. Lo cierto es que muy pocas personas aciertan a la primera y muy pocas personas están dispuestas a enfrentar los retos que conllevan una relación. La boda de blanco, los hijos, el perro y la casa nunca son lo que parece. Aún cuando hayamos crecido con una familia con ambos padres, nunca podremos ver el cuadro completo hasta que lo vivimos.
Expectativas Falsas vs Realidad.
¡Nos encanta la fantasía! Y no es totalmente nuestra culpa pues hemos crecido en una sociedad que nos pintó sueños hermosos alrededor de las relaciones de pareja. En ninguna película te muestran lo duro que puede llegar a ser. Cuando estamos enamoradas, buscamos la fantasía en el hombre con el que estamos y soñamos con un futuro prometedor cuando la realidad es que hay que conocerse y aceptar que la otra persona viene con un paquetito que se llama vida, educación familiar, religión, creencias, mañas… y tantas otras cosas más diferentes a TU paquetito. Tendrán que conocerse bien para poder integrar ambos paquetes hasta que se conviertan en 1 con el que puedan congeniar.