Cuando vi por primera vez esta actividad hace algunos años, jamás me imagine que lograría practicarla. De entrada ya me había puesto más de seis peros: nada de elasticidad, no coordino y la altura ni hablar. Afortunadamente mi segundo nombre es Necia, así que sin pensarlo me inscribí a la clase. Pensé: ¿qué es lo peor que puede pasar? Como a ti, me rondaban un montón de dudas al respecto. Si tú quieres lanzarte a probar esta hermosa disciplina, voy a contarte algunas verdades acerca de ella.
Entré a la primera clase como una total principiante y esto fue lo que aprendí de mi maestra, algunas compañeras y, sobre todo, de mí misma.
¿Tengo que ser super elástica?
Cuando entre al salón de clases la primera vez, muchas de mis compañeras estiraban como si fueran gimnastas expertas. Fue ¡TERRORÍFICO! Soy una chica que hace mucho ejercicio; sin embargo, la elasticidad no es para nada mi fuerte. En fin, me sentí algo intimidada porque algunas alumnas ya venían con cierta experiencia. Por otra parte, también noté algunas chicas normales, como yo, que iban a tomar su primera clase. Respondiendo a la pregunta, no tienes que ser super elástica para tomar una clase de danza aérea. Con el tiempo y los ejercicios harás que tu cuerpo se acostumbre y se vuelva más flexible.
¿Fuerza o maña?
Después de estirar y tener el debido calentamiento antes de subir a la tela, la maestra dejó en las telas del fondo a los alumnos expertos y puso en fila a los nuevos.Yo estaba a la mitad de la fila. Nos enseñó cómo sostenernos en la tela y subir. Hizo que cada persona nueva subiera a su ritmo a donde pudiera. Sinceramente hubo de todo: desde las chicas que no pudieron sostenerse ni cinco segundos, hasta las que llegaron hasta arriba y quienes subieron con esfuerzo y mucha necedad. Antes de que yo pasara solo una chica consiguió subir y entonces fue mi turno. Subí y no me pareció tan grave esfuerzo, si no hasta que llegué al techo. Así que contestando a la segunda pregunta. Definitivamente la fuerza es necesaria, aunque también desarrollas maña para trepar por la tela de la danza aérea. No te preocupes, si no eres tan fuerte eso se arregla con entrenamiento y mucha práctica.
Y entonces llegas al techo
Sinceramente, hay algo de lo que nadie habla cuando comienzas a practicar esta actividad. Al igual que en natación y en yoga necesitas tener la mente muy calmada; créeme el esfuerzo mental es mucho mayor al físico. Cuando llegué hasta arriba de la tela, el miedo me invadió por completo. Lo único que quería era bajar de ahí inmediatamente. Entonces bajé muy despacio y llegando al piso mis piernas no paraban de temblar. Verás, el miedo es indispensable en esta actividad, es lo que te mantendrá atenta. Tendrás que aprender a controlarte a ti misma y obtener paz mental pues arriba es indispensable. Sin ella ninguna figura te sale y las caídas pueden lastimarte. Esta fue para mí la parte más difícil de la danza aérea. Si tienes una buena maestra, te enseñará cómo puedes manejar el miedo y no te dejará renunciar a la primera.
En cuánto tiempo aprendes
Esto depende de cada persona, ya que no todos tenemos las mismas habilidades. Sin embargo, en promedio creo que dos meses son suficientes para aprender por lo menos cinco figuras y unas cuantas caídas. Dos meses fue el filtro también en mi clase para los que se quedaron y las personas que decidieron que esta danza no era lo suyo. No pasa nada si intentas y no te gusta. Al final nadie te va a quitar el gusto de haberlo intentado. También debes considerar tener una buena alimentación, ya que este ejercicio requiere bastante esfuerzo. No hay músculo en tu cuerpo que no sea usado.
La perseverancia es clave en danza aérea, no existe otra forma de conseguirlo. Es una excelente forma de aprender de ti misma, formar una buena fuerza interior y seguir adelante. Estar hasta arriba puede ser aterrador, pero no hay nada que te haga sentir más viva en ese momento.