Vivimos en tiempos en los que la mayoría de las personas luchamos por la igualdad. Igualdad de género, de raza, laboral, en pareja, sexual, entre muchos otros aspectos. Lo que de pronto se nos olvida a las mujeres, es que esa lucha por la igualdad nos otorga mayor responsabilidad. Haciendo a un lado el género, como seres humanos, somos 100% responsables de nuestros actos. No es válido decir que somos iguales y al mismo tiempo decir que los hombres toman ventaja sobre nosotros. Es nuestra obligación cuidarnos, no la de ellos. ¿Tú mujer, eres capaz de cuidarte?
¿Qué significa cuidarnos?
Significa no ponernos en situaciones que no nos gusten o salir de ellas cuando se ponen desagradables o peligrosas. Esto va desde una mala relación amorosa, amistosa, o familiar, un trabajo en el que no somos valoradas o nos pone en riesgo, hasta un mal encuentro sexual. Hoy, quiero enfocarme en la parte del encuentro sexual y en el caso de Aziz Anzari.
Lo que sucedió
Para las que no han escuchado hablar de esto, pueden verlo aquí para quienes prefieran un resumen, esta es la traducción del de Caitlin Flanagan:
“Una mujer joven, a la que se le dio el nombre de “Grace” en la historia, estaba emocionada al encontrarse con Ansari en una fiesta en Los Ángeles, y aunque inicialmente la rechazó, cuando vio que ambos tenían el mismo tipo de cámara pasada de moda, él le prestó atención y obtuvo su número.
Le envió un mensaje de texto cuando los dos volvieron a Nueva York, preguntándole si quería salir, y estaba tan emocionada que pasó mucho tiempo eligiendo su atuendo y enviándole mensajes de texto a sus amigos.
Tomaron una copa de vino en su apartamento, y luego la llevaron a toda prisa a cenar a un restaurante caro y la llevaron de regreso a su apartamento. Pocos minutos después de regresar, estaba sentada en el mostrador de la cocina y él, al parecer de forma consensuada, le practicaba sexo oral, pero luego continuó, por su cuenta, para presionarla a tener sexo en una variedad de formas que no eran honorables. Finalmente, superada por sus emociones a manera en que la noche avanzaba, ella le dijo: “Ustedes son todos iguales”, y se fue llorando. Pensé que era la línea más importante de la historia: esto le ha sucedido muchas veces antes. ¿Qué la llevó a creer que esta vez sería diferente?”
La importancia de decir que NO
Lo peligroso de usar el término “violación” para describir lo que pasó entre ellos es que complica, el ya de por sí confuso, tema del consentimiento sexual. La complicación de esto nace en el área gris que existe entre el “sí, hazme el amor” y el “No”. En lo personal creo, que tenemos una obligación con nosotras y con la persona de enfrente de decir que NO, de forma explícita si no queremos algo, en especial en el aspecto sexual. No podemos esperar que la otra persona, interprete nuestras expresiones, no en algo así de relevante, ni en ningún caso si queremos que nuestra opinión sea tomada en cuenta.
Hay muchas cosas sobre esta historia que me preocupan. Menciona en algún punto que estaban tomando vino blanco y que a ella no se le preguntó que vino quería siendo que en realidad ella prefería el vino rojo. Mujer, si no te puedes expresar sobre el vino que prefieres, ¿cómo esperas comunicar cualquier otra cosa?.
Por favor no se confundan, con esto no trato de decir que no existe el abuso o el acoso sexual, claro que existe y debe de ser denunciado. Sin embargo, en casos como este, tenemos que aprender a ser responsables de nostras mismas. Si está sucediendo algo que no queremos tenemos que decirlo, tenemos que aprender a irnos, a no dejar “que las cosas pasen” y luego victimizarnos y condenar a la otra parte.
Este artículo refleja la opinión personal del autor que no está ligada a la de Yo Amo Media.