A veces, después de tantos pleitos y peleas, algo en la relación de pareja se rompe. Queremos hacer todo lo que esté en nuestro poder para recuperar el sentimiento, la magia. Aunque es difícil de lograr, si estás determinada sigue estos pasos para reparar tu relación y reconciliarte con tu amado.
¿Cómo lograrlo?
- Toma una decisión consciente de volver a enamorarte. Actúa como si estuvieras super enamorada y pronto te sentirás así.
- Trata a tu pareja como lo hacías al principio de su relación. Intenta recordar qué era lo que gustaba hacer cuando lo conociste y empieza a repetir esas actitudes.
- Ayuda a tu pareja a sentirse más seguro para que tenga más confianza para abrirse y expresar sus pensamientos y su cariño sin sentirse atacado o avergonzado.
- No tomes decisiones unilaterales, pues recuerda que ustedes son un equipo y deben tomarlas juntos.
- Cuando estás con tu pareja, asegúrate de estar realmente en sintonía con él. Acostumbra a tu mente a mantenerse en el presente.
- Aumenta la compatibilidad con él enfocándote en las similitudes en lugar de las diferencias. Realicen más actividades juntos y trata de probar nuevas experiencias que le gusten a él. También pídele a él que haga cosas que a ti te gustan.
- Deja de criticarlo y culparlo y empieza a dar soluciones. Busquen alternativas tomados de la mano, abrácense, mírense a los ojos y acaríciense más. Dense un beso de treinta segundos por lo menos una vez al día.
- Denle importancia y tiempo al sexo. Planeen una cita cargada de tensión sexual cada semana para que deseen tenerlas más seguido.
- En lugar de dejar que el enojo les haga decir cosas que no quieren o incluso se insulten, hablen cuando estén tranquilos. Verán que encontrarán soluciones con mayor facilidad.
- Dale tiempo a tu pareja para distanciarse sin castigarlo o hacerlo sentir culpable. Este lapso hará maravillas en ustedes y en la relación pues les dará la oportunidad de valorarse y extrañarse.
Último consejo
Finalmente, la fórmula para el amor duradero es, además de amar, saber perdonar, confiar en el otro, tener una buena conexión con él y la disposición para hacer algunos cambios que les permitan adaptarse uno al otro.
¿Has pasado por algo así?
