Experiencias maravillosas que viví en la secundaria

Cada etapa ha sido significativa en mi vida; sin embargo, creo que la mejor fue la de mi adolescencia. En esos años conocí a muchas personas que aún son significativas para mí. Lo que viví en la secundaria me marcó y me ayudó a ver las cosas de otra forma. Además, debo reconocer que hace unos años la sociedad era diferente y podíamos disfrutar de nuestros juegos o salidas en grupo sin peligro. Ahora las cosas son distintas.

Tejer y usar muchas pulseras

Lo que hacía en mis tiempos libres es un grato recuerdo de lo que viví en la secundaria. Cada día en la escuela era muy emocionante, pues los prefectos pasaban a revisar las mochilas. A veces, debo confesar, llevaba cosas que sabía que podían quitarme, como las pulseras. Amaba traer mis brazos llenos de estas, pero sabía que dentro de la escuela no podía hacerlo y por eso me las quitaba antes de entrar. En ese tiempo estaban de moda las pulseras tejidas, la más conocida era la de “panza de víbora”. Durante los recesos, chicos y chicas por igual sacábamos nuestras tiras de plástico y tejíamos nuevas pulseras.

Chismógrafos, ¡benditos!

Algo maravilloso que viví en la secundaria fue llenar chismógrafos. Quienes son de mi edad recordarán esa fabulosa libreta en la que todos ponían información sobre sus vidas. Empezábamos por el nombre, luego nuestra edad y el chico o chica que nos gustaba. Nuestros hobbies, películas y cantantes favoritos. Era muy entretenido llenar un chismógrafo y lo mejor era ser de los últimos en hacerlo, porque te enterabas de los chismes de los demás.

Acordeones

Debo reconocer que a veces me gustaba vivir con adrenalina y usaba acordeones a la hora de hacer exámenes. No me siento orgullosa de decirlo, pero así fue. Lo mejor era el ingenio que se apoderaba de nosotros al hacer el mejor modelo para que no se notara la trampa. Ya fuera dentro de la goma del lápiz, en las uñas o manos, e incluso en la banca. También tuve amigos que firmaban nuestras tareas cuando olvidábamos dársela a nuestros padres. Sé que no era correcto, pero en ese momento nos sentíamos muy malos.

Usar Encarta era solo para los picky

Cada vez que tenía que entregar tareas me apoyaba en monografías o información de la biblioteca. En esos años fue cuando se puso de moda la enciclopedia Encarta. Era la fuente de información por excelencia, pero no todos teníamos acceso a ella. A quien la usaba se le consideraba fresa o picky. Ya sé, tal vez era un tipo de bullying. El caso es que este programa multimedia era una maravilla para hacer las tareas.

Exposiciones con cartulinas o rotafolios

Cada vez que realizaba mis exposiciones usaba cartulinas o rotafolios para presentar la información. Esos eran los materiales disponibles de aquel momento, ya después cambiamos a las presentaciones en Keynote u otras aplicaciones que nos permitían trabajar en la comodidad de la computadora.

¿Tú qué recuerdos tienes de tu época de secundaria?