Decirle a alguien que no lo invitarás a tu boda debería ser sencillo, pero no lo es. Muchas novias se sienten agobiadas y apenadas tras tener que negar una invitación. Sin embargo, no tendría que ser así, a tu boda deberían ir solamente personas allegadas a ti y gente que quieres. Decirle a alguien: “No estás invitado”, no tiene por qué avergonzarte. Para empezar, por los costos, y en segundo lugar, porque es un día que solo debes festejar con quien realmente quieres cerca de ti. Así que deja atrás tus miedos. Es mejor hacerle frente a la situación.
Hazle frente y dile que no lo invitarás a tu boda
No dejes que los “invitados incómodos” te hagan sentir mal por no tomarlos en cuenta. Al contrario, piensa que si no los has tomado en cuenta es porque en realidad no los quieres ahí. El simple hecho de que los conozcas, sean compañeros de oficina o vecinos, no quiere decir que sean requeridos en tu boda. Es fundamental que a estas personas les pongas un alto desde el principio. Sé muy honesta. De este modo no insistirán y les quedará muy claro que no tienen un lugar reservado el día de tu boda.
¿Qué hacer si el invitado incómodo es un familiar?
De todos los panoramas terribles para negar una invitación, este es el peor. Pero no te sientas mal, también es el más común. Ocurre lo mismo con los familiares, si no existe una relación cercana por eso no los estás considerando. Es verdad que un lazo sanguíneo los une, pero si no los quieres ahí, ahórrate las explicaciones y simplemente no les hagas llegar la invitación.
Cómo lidiar con un drama familiar
Si se presenta un drama familiar tras no existir invitación, puedes pedirle a tus padres que se encarguen de disculparte. Evita la confrontación con tus tíos, primos o parientes lejanos, es mejor recurrir a un tercero. En caso de que decidas hacerle frente a la situación y ofrecer disculpas, asegúrate de hacerlo con tacto. Remarca que no pudiste invitarlos por espacio, tiempo o ajustes con el presupuesto.
¿Tú a quién no invitarías?