Cómo cuidar tu ropa blanca para que no se ponga amarillenta

Mantener la ropa blanca, blanca y no amarillenta siempre ha sido un engorro. Y no usarla tampoco impide que se vuelva amarilla. De hecho, puede que te acuerdes de esa camisa blanca que tenías guardada en el clóset y el día que quieres usarla ¡está amarilla! ¿Y entonces? No te preocupes, aquí te decimos cómo cuidar tu ropa blanca para que no se ponga amarillenta.

Bolsas al alto vacío

Lavarla correctamente

Ahora, para las prendas blancas que no puedes guardar en compartimentos especiales, tendrás que tener cuidado en cómo las lavas para que duren más y no tengas que tirarlas a la basura. Para ello debes tomar en cuenta la cantidad de jabón y el lavado. El lavado insuficiente o la poca cantidad de jabón permitirá que la suciedad quede adherida a las pequeñas fibras de la ropa, esta se degrada y crea manchas. Una limpieza bien hecha y secarlas bien antes de guardarlas ayudará a evitar prendas amarillentas.

Demasiado cloro VS. vinagre blanco

Este problema es típico ya que sabemos que el cloro blanquea la ropa pero resulta que lo usas y ¡boom, amarilla otra vez! ¿Cómo? El cloro es un desinfectante fuerte y demasiada cantidad de este químico hará que las telas se deterioren y se pongan amarillas con el tiempo. Así que si tus prendas ya están amarillas, mejor opta por remedios como vinagre blanco, sólo colócalo en el compartimento de la lavadora en el que colocas el suavizante ¡y listo!