4 cosas que debes saber si lavas tu rostro en la ducha

Lavarse el rostro en la ducha es lo más cómodo y  práctico que existe, ¡casi todas lo hacemos! Sin embargo, lo cierto es que sin darnos cuenta podríamos estarle haciendo daño a nuestro rostro. Antes de que entres en pánico, aquí te digo cuáles son las 4 cosas que debes saber si lavas tu rostro en la ducha.

“No” al agua caliente

Un buen baño calientito es deli, pero cuando se trata del rostro, el agua caliente no es la mejor. El agua caliente de forma directa en el rostro deshidrata la piel, dilata los vasos sanguíneos y puede provocar que aparezcan manchas. De hecho, el agua fría es mejor para toda la piel. Sí. Date un regaderazo de agua calientita, pero termina con fría y para el rostro, siempre fría; así tu piel estará firme y renovada.

Sí, pero no

Entre más agua caliente toque directamente tu rostro, más posibilidades de resecarse y deshidratarse tendrá. Así que si ya te estás lavando el rostro en la ducha, aplica el jabón facial de tu elección y para enjuagarlo, toma agua con las manos y espárcela en el rostro. No pongas directamente tu rostro en el choro de agua, pues el impacto es demasiado y sólo provocarás que se deshidrate.

El producto adecuado

Cuando te lavas el rostro en la ducha es muy fácil que termines usando varios productos, como el shampoo o acondicionador. Estos productos no están hechos para el rostro, así que ten cuidado con ello y mejor opta por un jabón neutro o alguno especial para tu tipo de cutis. También puedes usar un exfoliante facial diario de mínima abrasión.

Secarlo como secas tu cuerpo

Has terminado de bañarte y ahora es momento de secarte ¡ojo! Tu cara no se seca igual que el cuerpo. Al secar tu cara es muy importante que no restriegues la toalla de forma violenta. Solo presiona delicadamente la tela sobre tu cara, de este modo evitarás agredir la delicada piel del rostro.