Yo no quiero que me escojan, yo estoy para escoger

Yo no pretendo un amor de rato ni tampoco uno de esos que se ve en las películas de amor de hoy en día. Lo que realmente deseo es un amor resistente, de esos que se entienden, se apoyan y están dispuestos a darlo todo el uno por el otro. Yo no quiero que me escojan estoy para escoger.

Yo estoy para escoger

No es que quiera hacerme la difícil con los hombres que llegan a cortejarme, pero es un hecho que yo no caigo a la primera. No me importan las palabras bonitas. A mí me convencen con acciones, no con promesas vacías. Estoy harta de los hombres que piensan que por tener un par de citas tienen acceso ilimitado a mis labios. Tampoco me encantan los hombres que buscan solo un beneficio a costa de mis sentimientos.

No tengo prisa

Sé que el amor llegará a mi vida, pues amor es lo que estoy dispuesta a dar. Yo no quiero que me escojan, pretendo escoger a un hombre a mi altura. Además, no voy a conformarme con alguien que no esté dispuesto a dar lo que yo pretendo ofrecer en una relación. También sé que al escoger una pareja, no puedo exigir lo que yo no puedo dar. En este tiempo solo intento ser la mejor versión de mí misma. Solo así, lograré tener un buen compañero a mi lado.

Así que seguiré soñando

Sin perder la esperanza, seguirá soñando, pues sé que no todos los hombres son iguales. Busco a alguien especial para compartir mis días y mi amor, sin prisas ni rencores. Sé que en algún momento llegará el indicado, mientras tanto seguiré trabajando mi energía en mí misma. Seguiré creciendo como persona, persiguiendo mis metas y dejando de lado a quien no vale la pena. Finalmente, no soy la única chica que ha caído en las garras de un mal amor.

Avanzo sin rencores

Si tú has sido herida por un chico últimamente, déjame decirte que vas a salir adelante. Trata de superarlo sin rencores, deja atrás la decepción que te ocasionó. Llóralo y guarda tu duelo, así, cuando te sientas mejor, podrás reconstruirte sin malas energías. Deja que el pasado se vaya junto con todas las malas experiencias. Sonríele a la vida de nuevo y aprende de tus relaciones pasadas. No te conformes y, sobre todo, no te quedes al lado de un hombre que ya te ha hecho daño. El cambio que estás buscando no viene de afuera, sino de adentro. Desde hoy conviértete en la diseñadora de tu propio camino y no dejes que nada te eche para atrás.

Así es como eliges a tu pareja según la ciencia

De acuerdo con lo dicho por Ty Tashiro, escritor del libro The science of happily ever after (La ciencia de vivir felices para siempre), existen varios factores científicos, comprobables, con los que eliges a tu pareja. Sin embargo el de mayor peso es el emparejamiento, el cual consiste en compartir atributos, aficiones, hobbies y hasta la misma posición económica con quien nos involucramos.

Polos contrarios no se atraen

Aunque en la física los polos contrarios se atraen, según la ciencia, cuando eliges a tu pareja esto no ocurre así. De hecho, cuando decides empezar a salir con esa persona es por la cantidad de gustos que comparten, no por sus diferencias. Otro factor decisivo, según Tashiro, es el nivel de estudios e incluso los valores y principios.

Emparejamiento selectivo positivo

Esta atracción a partir de las similitudes es llamado emparejamiento selectivo positivo. Se produce en las personas, generalmente, de manera inconsciente, ya que es más fácil empezar a salir con alguien que comparta contigo aspectos como la ubicación geográfica o el círculo social. Esto no es tan raro, pues normalmente conoces a tu pareja en espacios comunes como el colegio o tu lugar de trabajo. Incluso, después de mudarte a una ciudad en donde es más sencillo encontrar empleo, es muy probable que conozcas gente con el mismo nivel de estudios y en la misma situación económica y profesional.

La apariencia física es un factor importante

Y eso no es todo, Tashiro también encontró semejanzas en el atractivo de quienes se relacionan. Según él, una vez que reconocemos nuestra belleza física buscamos en el otro un grado equivalente de hermosura. Esto ocurre principalmente porque de este modo garantizamos que el otro nos será fiel. Sí, tal como lo lees, según Tashiro, buscas a alguien similar a ti (físicamente) para que no te engañe con otra persona.

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