Cómo superar la pérdida de una amiga

Eran las nueve de la noche y el teléfono sonó, se trataba de una amiga con la que regularmente siempre “hablo” por mensaje. Contesté y comenzó a preguntarme cómo estaba, cómo me iba en el trabajo, qué hacían mis papás, etc. De repente me dijo: “¿Qué crees? (minuto de silencio), Alma falleció”. ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Cómo superar la pérdida de una amiga?Aunque la muerte llega en cualquier momento, la verdad es algo muy doloroso. A Alma la conocí en la preparatoria, hace más de diez años. Pasamos por aventuras entrañables: las primeras fiestas, las decepciones amorosas, las salidas de excursión… ¡Uf! cientos de recuerdo vienen a mí. Si pasaste o estás pasando por una situación de pérdida, estos consejos pueden ayudarte a superarla. A mí me funcionaron.

Ritual de cierre

Cuando me enteré de la muerte de mi amiga, ya había pasado una semana. No tuve la oportunidad de decirle adiós. Era importante despedirme, así que averigüé dónde estaba el panteón donde la enterraron. Decidí ir, compré unas flores y llevé conmigo pluma y papel. Ya en el lugar le escribí una carta en la que le agradecía por su amistad y los buenos momento que pasamos juntas. Yo decidí ir al lugar, tú puede hacerlo en tu casa si lo prefieres. Usa esto como una forma de desahogarte, especialmente si te parece difícil sincerarte con otras personas por el dolor que esto significa para ti. 

Expresa tus sentimientos

Sinceramente, cuando ocurre una pérdida así no es bueno estar solo. Decidí hablar con mi mamá pues necesitaba decir lo triste que me sentía. Había visto a Alma unos mese antes, estaba muy feliz con su nuevo trabajo, con su relación que iba viento en popa… ¡Tenía tantos planes para su vida! Conversar con mis seres queridos sobre mis sentimientos me ayudó mucho. Como éramos un grupo grande de amigos, nos organizamos para realizar una misa en su honor. Si tú o tus demás amigos no son creyentes de una religión, solo reúnanse para expresar su sentir y desear que su amiga se encuentre en un mejor lugar.

Acepta la pérdida y continúa

Sé que será difícil, pero no puedes estar todo el tiempo triste. Acepté que ella ya no estaba en este mundo, que no volvería a verla ni a escuchar su risa. Estuve medio depre unos días, lloré lo que tenía que llorar y hoy la recuerdo con alegría. Estoy segura de que a Alma no le gustaría verme triste, ella odiaba estar así. La vida continúa y sé que ella está en un mejor lugar. Todos la recordamos como alguien siempre fiel y generosa con sus seres queridos.

Cuidado propio

Luego de un shock como este, comienzas a analizar qué has hecho en tu vida. ¿La estoy viviendo al máximo? ¿Hago lo que me hace feliz? ¿Le digo a mis seres queridos que los amo? Muchas  preguntas pasaron por mi mente. Decidí que desde ahora la prioridad sería yo. Al principio, la verdad, me sentí culpable por ser un poco egoísta con mi tiempo y mi energía. Sin embargo, necesito estar al 100 por ciento en mi vida, para poder dar lo mismo a los demás. Ahora, voy al gimnasio, trato de comer mejor y no enojarme tanto. Tú haz lo que te haga más feliz. Es momento de vivir, no sabemos cuando nuestro tiempo se acabará.