La copa menstrual existe desde hace mucho tiempo, pero hasta ahora se volvió tendencia. Muchas aún no la prueban por temor o tuvieron mala experiencia haciéndolo y mejor decidieron dejarla por la paz. Por otro lado, cada vez son más las mujeres que la recomiendan y ya no la cambian por nada. Aquí te explicamos con manzanitas (bueno, en realidad son gifs) cómo ponerse la copa menstrual y no morir en el intento.
Apachurra y dobla
Ponerse la copa menstrual aterra a muchas chicas. Y es que al ver su grosor te espantas y te preguntas: “¿cómo voy ponerme eso?”. Tranquila, ese grosor se adapta al interior de tu cuerpo. Antes de empezar, lávate muy bien las manos. Incluso puedes frotarlas con gel antibacterial para más seguridad. Recuerda que las uñas alojan gérmenes y basta un leve arañazo para lastimar tu piel. Ahora sí, para introducirla, lo único que tienes que hacer es apretarla con un dedo por en medio y doblar los lados hacia adentro, como si fuera una quesadilla.
Introduce lentamente y sacudiendo
¿Y si voy al baño?
Puede que al hacer pipí o popó se mueva o se asome un poco. ¡Es totalmente normal! Si eso pasa, lo que tienes que hacer es lavarte muy bien las manos y una vez limpias, acomodarla de nuevo en su lugar. La punta de la copa deberá quedar completamente dentro, al ras de los labios y de forma que cuando camines no te estorbe.
¿Y para sacarla?
Para sacarla hay un gran truco: puja como si estuvieras haciendo popis y una vez que empiece a salir es momento de tomarla con las puntas de los dedos y apretar un poco. Este paso es muy importante pues así rompes el vacío que se había creado. Ya que hayas roto este vacío, puedes jalar. Hazlo sentada “de aguilita” sobre el W.C. y así estarás segura de no hacer desastres.