Durante tu vida, diversas situaciones ponen en peligro tu salud. Sin embargo, estando embarazada el riesgo aumenta. No seguir un control adecuado, así como llevar a cabo prácticas extremas podrían desatar una situación que no te gustaría nada.
Evita poner en riesgo tu salud
Durante el embarazo se pueden presentar complicaciones de salud que no solo te ponen en riesgo a ti, sino a tu bebé. Rubeola, preeclampsia (toxemia), infecciones urinarias, varicela y toxoplasmosis son algunas de ellas. Todas son un verdadero problema durante la gestación. Por ejemplo, si se contrae rubeola, el bebé será vulnerable a defectos congénitos como ceguera o retraso mental.
ETS y embarazo
A pesar de que existe la creencia de que el sexo durante el embarazo es malo, es primordial desmentir esa información. No tiene nada de malo que haya intimidad durante los nueve meses. Sin embargo, es importante tener los cuidados e higiene necesarios para evitar el contagio de una ETS. Hay que recordar que si de por sí una enfermedad de transmisión sexual es peligrosa, con el embarazo el riesgo se incrementa.
Cuida tu salud y la de tu bebé
Contraer una enfermedad urinaria pone en riesgo tus riñones, vejiga y uretra. Para combatirla necesitas antibióticos, poco recomendables durante el embarazo. El médico es quien decide cuál es la mejor solución para combatir el problema. Si hablamos de las ETS, el VIH o VPH son de los más riesgosos, pues el bebé podría convertirse en portador al momento de pasar por el canal vaginal.
¡Evítalo!
Debes llevar un control prenatal para que sepas que tanto tu salud como la de tu bebé estarán bien. Cuida que tu alimentación y ritmo de vida sean buenos, así tendrás los nutrientes necesarios y no te enfermarás fácilmente. Tener todas las vacunas ayudará a que los riesgos de sufrir alguna enfermedad disminuyan. Ante cualquier malestar o anomalía acude de inmediato al médico.