Comer sanamente no debe ser un suplicio, solo debes identificar los alimentos que son mejores que otros y que te proporcionan nutrientes que necesita tu cuerpo. No es necesario quitar todos los alimentos de tu dieta, pero sí algunos que por nada te ayudarán a verte y a sentirte bien.
Come de todo, pero en porciones adecuadas
La variedad que tenemos de alimentos es extensa, así que no te prives de ni uno, solo vigila las porciones. No se trata de dejar de comer pastel o chocolates, pero busca un equilibrio. Si por la mañana comiste tres galletas, lo ideal es que más tarde evites los alimentos altos en azúcar, mejor sustituye el antojo por una fruta, bebida o semillas. Lo importante es que mientras menos comas alimentos altos en grasa será mucho más beneficioso para tu salud. Evita los alimentos fritos, los preparados con harina blanca y azúcar.
Come varias veces al día
En un día debes comer al menos cinco veces. Es decir, tres comidas fuertes, desayuno, comida y cena, y dos colaciones que pueden ser frutas, barras, verduras, semillas, etc. Cabe mencionar que es indispensable beber agua constantemente y evites los refrescos y jugos de caja. Recuerda que siempre es mejor lo natural. Por otra parte, es ideal que evites las pastas, cereales y el trigo estos son altos en carbohidratos.
¡No mueras en el intento!
Una sana alimentación requiere de productos naturales y de tiempo para cocinarlos. Crea recetas coloridas y deliciosas en casa. Busca receta con tus ingredientes preferidos para obtener bebidas coloridas, frescas y muy saludables. Combina frutas, verduras hasta semillas, la intención es atreverse a experimentar y convencerte de que una alimentación sana no es un suplicio y mucho menos es aburrida e insípida, es la base de un estilo de vida saludable.
¿Y tú de qué forma cuidas tu alimentación?