Adiós a esos kilitos, ¡y sin hacer dieta!

Y llegó la época del año en la que comer deja de ser un placer culposo; es decir, ¡es Navidad! Cena con los amigos, cena con los amigos de los amigos, cena con los compañeros del trabajo, cena con la familia… Todo marcha bien hasta que tu mente lo procesa con calma y te preguntas: “¿cenas, cenas, cenas? Y luego te dices: ¡NO!”. Sabemos que deseas lucir espectacular, captar la atención de todo aquel que te mire… Y deseas decirle adiós a esos kilitos de más sin hacer dieta.

Nada es imposible

Algunas personas te dirán que eso es imposible, pero resulta que no lo es porque hay un par de secretos para cumplir ese sueño. Lo principal es no dejar de comer, y lo digo en serio. Sin embargo, el secreto es hacerlo de la manera correcta: tres comidas fuertes (desayuno, comida y cena) y dos colaciones. Ojo, la base de tus comidas tienen que ser, porque tienen que ser, alimentos sanos, como frutas, verduras y carnes blancas. Esto nos lleva al siguiente secreto: reduce la cantidad de azúcares y carbohidratos, mejor conocidos como panes, fritura y dulces.

Nada de hambre

Con los dos puntos anteriores quiero que te des cuenta de algo: no tienes por qué pasar hambre. De modo que este es otro punto clave para bajar de peso sin hacer dieta. Igual bebe dos litros de agua. Si no eres amante del agua simple, como yo, de vez en cuando puedes tomar aguas naturales con sustituto de azúcar. ¡Disfruta lo que comes! Haz de ese momento un verdadero placer: mira tu platillo y admira todos los colores que tiene. Y ya que estás gozando de la hora de la comida, pues come con calma. Entiendo que puedes tener un millón de pendientes, pero date ese tiempo.

¡También haz ejercicio!

Una cosa es que no queramos dejar de comer lo que tanto nos gusta y otra es que de plano no hagamos nada. Y te la pongo fácil: empieza con una rutina de 30 minutos; 10 minutos de calentamiento y 20 de gozadera ( para decirle adiós a esos kilitos de más. Por último, ponte en la mente que no estás haciendo dieta, sino que estás tomando las riendas de tu vida para que sea más saludable.

Piensa: si no lo intentas qué puedes perder, pero sobre todo, imagina lo que puedes ganar.