Existen etapas en la vida en que nos detenemos a pensar en el camino que llevamos recorrido. Analizamos lo que hemos logrado y también nos damos cuenta de todo lo que nos falta por cumplir. Habrá veces en que sintamos que nuestra vida no nos da toda la satisfacción que esperamos y no sabemos qué hacer al respecto. Para evitar eso, es necesario tener una meta a corto plazo, para así enfocarnos en ello. Si nos lo proponemos, con dedicación lograremos nuestros objetivos.
Hara Estroff Marano, colaboradora de Psychology Today, dijo: “Los objetivos proporcionan atención. Sin visión ni plan, la gente va a la deriva. Los objetivos te ayudan a medir el progreso y mejoran la productividad. Refuerzan la autoestima y aumentan el compromiso. Con eso será posible lograr lo que te propongas”.
Te aseguras de ser tú quién decide lo mejor para tu vida
Lo primero que tienes que hacer es ser consciente y reflexionar acerca de lo que quieres para tu vida. Así sea en el aspecto personal, de salud o cualquier otro, lo primero es tomar conciencia. ¿Qué estás dispuesta a hacer para lograr tus metas? Es importante que las metas que te propongas seas alcanzables, de lo contrario, si son poco accesible, lo único conseguirías es sentirte frustrada.
Le das dirección a tu vida
Sabes hacia dónde tienes que dirigirte con tal de llegar a tu destino final. Al carecer de una meta no sabes dónde tienes que comenzar y menos dónde debes terminar. Al tener objetivos te enfocas en ellos y logras dirigirte a la dirección correcta.
Te aseguras de obtener tus objetivos
Al tener tus objetivos claros sabes hacia dónde tienes que dirigirte. Existe una razón por la cual lucharás a toda costa y así medirás tu progreso. No siempre alcanzarás tus metas a la primera, pero te sirve como aprendizaje y para madurar. Irás evaluando tu desempeño hasta ver qué tienes que hacer o cambiar para llegar a la meta final.
Te motivas al tener una meta
Estar motivada es la clave para que todo salga bien en cualquier aspecto de tu vida. Matt McKay en el Houston Chronicle refiere al respecto: “Los individuos motivados tienen voluntad de hacer su trabajo de manera eficiente. Gracias a eso, hay más productividad y los ingresos aumentan. Así todos están felices y satisfechos”.
Reduces el estrés
Con cada desafío superado tendrás una sensación de orgullo por la dedicación y empeño que has demostrado. Con ello te inspirarás en mejorar día con día y obtendrás más satisfacción en tu vida.
Visualizas tu futuro
Si imaginas cómo podría ser tu futuro, estás motivándote aún más. Puedes apoyarte de herramientas visuales para recordar más fácil tus objetivos. Además, trabajarás más duro para conseguirlos.
Te sientes realizada
Al alcanzar metas te sientes poderosa, fuerte, independiente, capaz, feliz y con autocontrol.
Puede ser divertido andar sin rumbo por un tiempo, pero a la larga podemos ser infelices y vivir estresadas. Las metas le dan sentido y propósito a nuestra vida, además de motivarnos para adoptar una mejor actitud en situaciones complejas.